La ministra de Sanidad, Mónica García, ha respaldado este martes en Bruselas el texto de "Recomendaciones sobre espacios libres de humo y aerosoles", que se votaba en la reunión de ministros de Sanidad de la UE en el marco del Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumo (EPSCO) y que finalmente ha sido aprobado por los Estados miembros.
"Quiero celebrar que se hayan aprobado las recomendaciones propuestas por la Unión Europea en materia de espacios libres de humo, una prioridad absoluta para España y con la que estamos completamente alineados", ha afirmado la ministra tras la votación. En esta línea, también ha destacado que "conseguir la primera generación libre de humo en 2040 es una tarea en la que España no solo está comprometida, sino que ya está trabajando a fondo en medidas ambiciosas y punteras para poner a nuestro país en la vanguardia de la lucha contra el tabaquismo".
Las recomendaciones que ahora emite la Unión Europea están en plena consonancia con las medidas planteadas en el Plan Integral para la Prevención y el Control del tabaquismo 2024-2027 que ha impulsado el Ministerio de Sanidad que dirige Mónica García. De esta manera, el plan español recibe ahora el respaldo europeo.
Al mismo tiempo, España vuelve a convertirse en un país de vanguardia en materia de lucha contra el tabaquismo, al haber sido el primer país en haber abordado de manera integral este conjunto de medidas más avanzadas y que ahora forman parte del corpus de recomendaciones europeas.
En la sesión del Consejo, Mónica García ha explicado su apoyo al paquete de recomendaciones por "la inclusión de los productos alternativos al tabaco y vapeadores, sobre los que cada día tenemos más evidencia científica de su potencial riesgo de provocar cáncer, enfermedades cardiovasculares y problemas respiratorios", porque "es muy preocupante que los jóvenes reciban un mensaje equívoco sobre el riesgo que entrañan estos productos para su salud".
Además, ha destacado la ministra, "nos proponemos el objetivo de proteger a las víctimas más vulnerables, como enfermos, ancianos y niños, que sufren de forma pasiva y sin alternativa de elección las consecuencias de esta exposición". En este sentido, ha aseverado que "no es aceptable que una mal entendida libertad del consumidor repercuta de forma tan grave y peligrosa en la salud de los más vulnerables" y, por eso, "nuestros esfuerzos siguen focalizados en alcanzar una generación libre de humos para 2040".