Greenpeace considera que la decisión del Gobierno de prorrogar las bonificaciones al transporte público durante los seis primeros meses de 2025 era imprescindible, tal como pedía la organización. Mientras tanto, se debe avanzar hacia la creación de un abono único de transporte que asegure precios justos y asequibles para toda la ciudadanía y que permita seguir dando pasos hacia una movilidad más equitativa, accesible y asequible.
"Es bueno que, tal y como pedíamos, las bonificaciones actuales se mantengan para no comprometer los beneficios que se han conseguido. Ahora es fundamental que se avance hacia una política tarifaria que sea estructural y que esta transición se realice de manera ágil y efectiva, con el mínimo coste para las personas usuarias", ha señalado Cristina Arjona, coordinadora de Movilidad de Greenpeace España.
Desde su puesta en marcha en 2022, las ayudas a los viajeros en transporte público han demostrado su eficacia impulsando el transporte público tras un periodo debilitado por la pandemia. Además, estas bonificaciones también han aliviado la economía de los hogares en un contexto de inflación.
Greenpeace insta al Ministerio a que siga trabajando para encontrar fórmulas que garanticen una política tarifaria estructural y permanente que permitan que el transporte público sea asequible, accesible y útil para la ciudadanía. Un sistema tarifario con el que las personas usuarias de transporte público tengan seguridad y capacidad de planificación en su día a día y en su economía familiar.
La propuesta de Greenpeace es un abono único asequible, con el que la ciudadanía paga una tarifa plana asequible que permite a las administraciones públicas mejorar la oferta y la calidad del servicio, con el objetivo de fomentar la intermodalidad y que permita a la ciudadanía moverse fácilmente por todo el país usando distintos medios sin complicaciones.
Además, se debe seguir avanzando hacia una mejora sustancial de la calidad y oferta del transporte público: aumentar las frecuencias, mejorar la puntualidad, el tiempo de viaje y la fiabilidad, fundamentales para que la ciudadanía perciba el transporte público como una alternativa viable al coche privado y conseguir que se utilicen modos menos contaminantes.
Greenpeace recuerda que el 30,7 % de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en España proceden del sector del transporte, un porcentaje que sigue creciendo. Por ello las emisiones totales en España han vuelto a aumentar, a pesar de la reducción conseguida gracias al avance de las energías renovables. Conseguir un traspaso del vehículo privado al transporte público es fundamental para alcanzar los objetivos de neutralidad climática cuanto antes y garantizar una mejor calidad del aire y por tanto en la salud de las personas y el planeta.