Laura Campos Prieto ha entregado gran parte de su vida al deporte, especialmente a la gimnasia. Inició su trayectoria en el ballet, luego pasó a la gimnasia rítmica y finalmente se inclinó por la gimnasia artística. Gracias a esta última disciplina, tuvo la oportunidad de competir en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 y Pekín en 2008, donde logró múltiples reconocimientos.
"En numerosas ocasiones he contemplado la idea de abandonar la gimnasia. Pasé de entrenar dos horas diarias a ocho, tenía 13 años y era bastante duro"
Asimismo, la atleta ha afirmado que nunca pensó en cambiar de profesión, la gimnasia era su pasión y a día de hoy lo sigue siendo. Además, ha comentado que, cuando era niña, sus padres consideraban la gimnasia como un hobby. Sin embargo, cuando ganó el campeonato de España, su forma de ver la situación cambió.
"No perdí mi infancia, viví de una forma diferente, fui muy feliz y no me arrepiento"
Campos considera que la visión externa es diferente, ya que "una vez que te adentras y avanzas en tu trayectoria profesional, te das cuenta de que puedes hacer todo lo que tu quieras en el momento en el que tu decidas hacerlo".
Con respecto a su trayectoria olímpica, a principios de 2004, logró una medalla de bronce en la competencia por equipos durante el Preolímpico de Atenas. Posteriormente, participó en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde su equipo alcanzó el quinto lugar en el concurso general, lo que le permitió recibir un diploma olímpico como reconocimiento por su destacada actuación.
"Sufrí una lesión dos días antes de los Juegos del Mediterráneo, estaba en mi mejor momento y podría haber sido la ganadora"
Tras este suceso, Campos no pudo competir y estuvo durante siete meses en rehabilitación. La gimnasta no se dio por vencida y regresó a la competición, retirándose después de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008.
La atleta ha explicado que, después de su retiro del deporte, no recibió ningún apoyo para continuar vinculada al mundo deportivo, aunque fuera en un rol diferente. Además, menciona que su entrenador, Jesús Carballo, hizo esfuerzos para que le otorgaran el nivel tres como entrenadora, pero la expresidenta de la federación no hizo nada al respecto.
Actualmente, Campos se enfrenta a la dificultad de no disponer de instalaciones adecuadas que le permitan impartir su deporte de manera efectiva. A pesar de esta limitación, ha tomado la iniciativa de fundar su propio club, "Club Gimnasia Laura Campos", donde entrena a un grupo de gimnastas de Arroyo de San Serván (Badajoz). Además de su labor en el club, también ejerce como entrenadora en la Universidad Popular "Pelayo Moreno" en Calamonte, donde trabaja con gimnastas de Calamonte y Mérida. Su compromiso con la formación de jóvenes talentos es evidente, aunque las condiciones para desarrollar su labor no sean las óptimas.