Calamonte es un municipio de Extremadura que destaca por su excelente infraestructura de comunicaciones, situado a solo 4,7 km de Mérida y a 61 km de Badajoz. La agricultura constituye uno de los pilares fundamentales de su economía, junto con la construcción y el comercio. Esta combinación de recursos naturales y su cercanía a importantes núcleos urbanos ha favorecido su desarrollo agrícola y comercial.
Sin embargo, en los últimos meses, el cierre de varios establecimientos locales, ha generado incertidumbre sobre el futuro económico del municipio, planteando interrogantes sobre cómo mantener un equilibrio entre su rica tradición agrícola y la vitalidad de su comercio local. Entre los establecimientos que han cesado su actividad se encuentran el único Carrefour Express de la localidad, que ofrecía una opción cercana para las compras diarias, así como una de las dos gasolineras situadas a las afueras del pueblo, que facilitaba el acceso a combustible para los residentes y viajeros.
Además, dos bares tradicionales, que servían como puntos de encuentro para los vecinos, han cerrado sus puertas, dejando así un notable vacío en la vida social y comunitaria del pueblo.
Carrefour Express cerrado
El cierre de estos establecimientos ha dejado una huella visible en Calamonte, un pueblo que depende en gran medida de sus pequeños negocios para mantener viva su economía local. La desaparición del Carrefour Express, la gasolinera y los bares tradicionales no solo afecta a los comerciantes y trabajadores que han perdido sus empleos, sino que también tiene un impacto directo en la vida diaria de los residentes. Los vecinos expresan su preocupación por la falta de opciones comerciales cercanas, lo que obliga a muchos a desplazarse a otras localidades para realizar compras o servicios básicos.
Si bien las causas de estos cierres son diversas, muchos apuntan a una combinación de factores como la competencia de grandes superficies cercanas, la falta de apoyo a los pequeños comercios locales y la escasa inversión en infraestructura para atraer a nuevos negocios. La incertidumbre sobre el futuro económico de Calamonte crece entre los habitantes, que temen que estos cierres sean solo el comienzo de una tendencia que podría debilitar aún más la economía local.