El reclamo de una sastrería, de una fábrica de chocolate, de una cerería o funeraria, de una platería e incluso de una "casa de salud", además de, y por supuesto, de fábricas de Pimentón de La Vera son parte de la nueva edición del programa "Hablan Nuestros Documentos" de la Diputación de Cáceres, que llega bajo el título de "Marca de la casa".
A partir de este miércoles 5 de marzo y hasta el 22 de abril, el vestíbulo del edifico Pintores10, en la capital cacereña, reúne documentos del Archivo y Biblioteca de la institución provincial que muestra cómo fueron aquellos primeros pasos de empresas o profesionales de la provincia cacereña para darse a conocer públicamente, es decir, sus primeros pinitos en la publicidad.
Tal como explica la responsable del servicio, Montaña Paredes, al ser Extremadura una región eminentemente agrícola, la publicidad no ha estado de manera especial muy presente, "pero sí la hubo, y queremos presentar una muestra de la que llegaba a nuestros paisanos en el pasado, desde las graciosas rimas del periódico local "El Gazpacho", publicado entre 1891 y 1896, hasta los vistosos anuncios de Pimentón de la Vera".

Así, la muestra recoge programas de festejos, con páginas cuajadas de publicidad de establecimientos locales, así como, "aunque no son propiamente publicidad, facturas, que las hemos incluido porque en ellas el anunciante se presenta con una tipografía o una ilustración que son para él y para su público, la marca de la casa", apunta Paredes. También tienen hueco la propaganda o los anuncios en los periódicos y las hojas volantes repartidas por las calles.
Aquellos primeros anuncios en periódicos locales estaban destinados a los vecinos de la misma ciudad, de manera que, en ocasiones, podía bastar con el nombre del dueño del negocio y el tipo de producto que tenía a la venta. Sin embargo, carecían de logotipo y de eslogan, dos cosas que hoy en día todas las marcas cuidan con detalle. "Encontramos en algunos casos -apunta Montaña Paredes- cierto esmero tipográfico, que parece más obra del impresor que intención del productor, y a veces alguna ilustración alusiva, que no llega a logotipo". Además de anunciarse en los periódicos locales, la otra opción para las marcas son los programas de festejos, cuya difusión tampoco va más allá de la propia localidad.
Mediado el siglo, algunas marcas empiezan a trabajar un poco más la propaganda, añadiendo dibujos exclusivos. "La mayor parte de estas marcas se dedicaban a la venta del Pimentón de la Vera, uno de los pocos productos que se exportaban fuera de la provincia, aunque también vemos publicidad en los chocolates, establecimientos de hostelería, transportes, talleres de automóviles o ferretería, entre otros".
Esta exposición alcanza hasta 1957, y, tal como anuncia Paredes, en exposiciones futuras se dedicará un espacio al periodo comprendido entre 1957 y el presente.