El fallecido vivía en una residencia para sacerdotes en Vigo, que fue donde se le vio por última vez, y a donde dirigió las llamadas el mismo día que se le perdió el rastro. También las operadoras del 112 Galicia mantuvieron contacto con él hasta que el terminal dejó de dar señal.
Durante las comunicaciones se logró una localización, que revisaron varias veces las patrullas de la Policía Nacional sin éxito.
Posteriormente, se continuó con la busca, que organizó la Policía Nacional, pero sin dar resultados hasta esta tarde, sobre las seis, cuando una familiar dio con el cuerpo sin vida del sacerdote. Se encontraba al lado de las vías del tren, en un desnivel bastante pronunciado, aunque sin llegar a acceder al camino de hierro.
En la recuperación del cadáver colaboran también los Bomberos de Vigo y están avisados los profesionales de Urgencias Sanitarias de Galicia-061.