El último año ha evidenciado la importancia del medio ambiente y el papel que juega en la sociedad. No proteger debidamente la biodiversidad y el entorno puede desencadenar consecuencias terribles que se manifiestan en forma de catástrofes climáticas, o incluso de enfermedades infecciosas. Por ello, 2021 pretende afrontar estos problemas con un punto de vista más verde.
Además de la gran inversión que se ha aprobado en los últimos presupuestos para plantas solares y parques eólicos, la transición energética también se centrará en combustibles sostenibles, especialmente el hidrógeno verde. El pasado mes de noviembre el Gobierno anunció una inversión de 1.500 millones de euros en el desarrollo de esta tecnología hasta 2023 y 8.500 millones hasta 2030, asegurando que España es el país con más potencial de producción de Europa.
Este combustible no tiene ninguna diferencia aparente con el hidrógeno salvo la forma en la que se obtiene, ya que el denominado “verde” es el que se refina mediante energías renovables, es decir, el hidrógeno que se obtiene a partir del uso de energías de origen solar, eólico, etc. Su generación es muy sencilla y se realiza a través de un proceso químico llamado electrolisis, el cual consiste en aplicar una corriente eléctrica al agua (H2O) para separar el hidrógeno del oxígeno, si esa electricidad proviene de fuentes renovables, se obtiene un combustible de forma 100% ecológica. Además, su uso hace que emita únicamente vapor de agua, por lo tanto, no deja residuos de ningún tipo en el aire, a diferencia del carbón y el petróleo

Tal es su popularidad actualmente que la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Granada ratificó el pasado 30 de diciembre una solicitud de subvención al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía del Ministerio para la Transición Ecológica de 700.000 para la creación de un proyecto de hidrógeno que sirva de combustible a los vehículos de recogida de basura. Esta renovación se haría efectiva cuando se adjudique el nuevo contrato de limpieza y de esta forma se reduciría notablemente la contaminación, ya que los camiones y demás vehículos de recogida tendrían cero emisiones. Este hidrógeno se generaría de forma autónoma ya que la idea es colocar placas fotovoltaicas en las cubiertas de todos los edificios municipales del Parque Central de Maquinaria, obteniendo así la energía necesaria.
Muchos son los países europeos que ya han mostrado su intención de invertir en esta tecnología, algunos como Portugal y Países Bajos han firmado un acuerdo para la producción de hidrógeno verde. Australia, Chile, Suecia o Alemania son algunos de los países que destacan en la inversión y sobre todo en la intención de querer ser líderes del mercado del hidrógeno verde. En España, recientemente se ha firmado un acuerdo para construir la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial de Europa. Las compañías involucradas, Fertiberia e Iberdrola, han anunciado que la producción de hidrógeno empezará este mismo 2021 y se situará en Puertollano. Este proyecto se sitúa dentro de la hoja de ruta de Castilla-La Mancha, comunidad pionera en la producción de este combustible.
Aunque las expectativas de este nuevo modelo energético son muy altas, es destacable que aún esta en una fase temprana de ejecución. Los proyectos recién aprobados tendrán que solicitar los permisos pertinentes y para ellos son necesarias las evaluaciones de impacto ambiental, que controlan la protección del medio ambiente, asegurando que estas nuevas plantas fotovoltaicas o eólicas (mayoritariamente) contribuirán a la generación de hidrógeno sin causar daños colaterales a la biosiversidad.