La Reina inauguró este lunes en la Universidad de Granada la Reunión Anual de Directores del Instituto Cervantes, en la que los máximos responsables del organismo en España y en todo el mundo establecerán las estrategias de cara al futuro para divulgar la cultura en español y la enseñanza internacional de nuestra lengua.
Solo seis días después de inaugurar el centro del Cervantes de Los Ángeles (Estados Unidos), Doña Letizia presidió, un año más, la apertura de la cumbre anual de la familia cervantina. Serán tres días de intensas reuniones en las que analizarán la situación, harán balance del año que se cierra y coordinarán el trabajo en común en todos los centros
El director del Instituto, Luis García Montero confesó en su discurso su "orgullo de granadino, de universitario y de defensor del español en el mundo", así como por llevar cuarenta años trabajando por "la paz y la palabra", en referencia al poeta Blas de Otero, al que conoció aquí en 1976 cuando comenzaba su carrera universitaria, que lo llevaría a convertirse en catedrático de este centro.
La rectora, Pilar Aranda, destacó que esta es la universidad española en la que se enseñan más lenguas: un total de 27, a través de distintos departamentos y en diferentes niveles (grados, másteres, cursos…). La apuesta por el idioma se evidencia también en sus once centros de español repartidos por el mundo, el trabajo de su departamento de traducción, que facilita que nuestra literatura se entienda en otros idiomas, y los acuerdos con el Cervantes (de cuyo Patronato forma parte) para que sus alumnos realicen prácticas en los centros del Instituto.
La reina Letizia
El alcalde, Francisco Cuenca, dio la bienvenida a los directores y manifestó su satisfacción por convertir hoy Granada, "ciudad de la cultura y las humanidades", en epicentro del español, haciendo que la localidad andaluza, "de glorioso pasado y preñada de talento", acoja los debates de la institución hasta el próximo miércoles.
El secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo dijo que estas reuniones "son fundamentales para el intercambio de ideas y experiencias" entre directores de centros diseminados por los cinco continentes, así como "un foro esencial para el diseño de las líneas estratégicas de la institución". Para Juan Fernández Trigo, todo ello es especialmente importante en "un momento clave para el español", que sigue creciendo en número de hablantes, aunque en próximas décadas lo hará a un ritmo más lento. Hay que "aunar esfuerzos para hacer del español una lengua de prestigio en el ámbito internacional", en especial, convertirlo en una lengua de ciencia, concluyó.
La inteligencia artificial y el español
Estos días se hará balance de este año y se analizará "cómo se está saliendo de la pandemia", dijo García Montero en la rueda de prensa anterior. La Covid fue un "golpe grave" que obligó al Cervantes a transformarse, pero que tuvo el efecto positivo de acelerar su transformación tecnológica y digital. Esto permitirá al Instituto beneficiarse del llamado PERTE del español, y ha hecho que su actividad cultural llegue a muchos más usuarios: aunque "somos muy partidarios de lo presencial", si antes de la Covid los asistentes a los actos culturales rondaban los 900.000 al año, ahora superan los dos millones, sumando quienes siguen dichas actividades por la red.
También se abordará otro asunto capital: la inteligencia artificial (IA) y su influencia sobre la lengua española, en torno a la cual girará la última de las sesiones de trabajo, el miércoles, a cargo de dos expertos de la Universidad de Granada: Zoraida Callejas y Juan Gómez, profesores titulares de los departamentos de Lenguaje y Sistemas Informáticos y de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, respectivamente. A este respecto, García Montero ha propuesto un código ético para intentar evitar que los avances tecnológicos deriven en sesgos supremacistas o machistas o atenten contra el respeto a la diversidad.
La ceremonia de inauguración incluyó cuatro breves explicaciones de los directores de Pekín (Isabel Cervera), Rabat (José María Martínez), Sídney (Coral Martínez Íscar) y Los Ángeles (Luisgé Martín). Y se cerró con una actuación de la Orquesta y Coro de la Universidad de Granada, dirigida por Gabriel Delgado, con la voz de la soprano Laura Sabatel.
Finalmente, y tras firmar en el libro de honor de la Universidad, Doña Letizia mantuvo un encuentro informal con los directores del Cervantes e invitados. La ceremonia tuvo lugar en el Rectorado de la Universidad de Granada, antiguo hospital que los Reyes Católicos mandaron construir para enfermos, pobres y peregrinos, y cuyas obras comenzaron en 1511. Desde 1980, este histórico edificio es la sede principal de la Universidad, entidad que colabora en la organización de la cumbre cervantina junto con el Ayuntamiento de la ciudad, la Diputación de Granada y Renfe.
Las sesiones de trabajo comienzan esta tarde con la conferencia inaugural de la catedrática de Lengua Lola Pons. Mañana martes será una jornada lorquiana, ya que se desarrollará en Fuente Vaqueros, donde los directores visitarán además la casa natal del poeta granadino Federico García Lorca y asistirán a la representación teatral "A vueltas con Lorca", a cargo del actor Carmelo Gómez.
El miércoles intervendrá por videoconferencia el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, en la sesión de conclusiones que tendrá lugar en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Granada.
El colofón de la cita anual lo protagonizará Miguel Ríos. El cantante donará el miércoles al Instituto Cervantes un legado personal que recogerá el también granadino Luis García Montero, quien lo depositará en la Caja de las Letras de la sede de la institución a su vuelta a Madrid. Miguel Ríos ofrecerá además en el teatro Isabel La Católica el concierto "Vuelvo a Granada" en el que repasará las canciones que han marcado la carrera profesional (acceso gratuito al público hasta completar aforo).