Investigadores de la Universidad de Granada del Instituto de Neurociencias Federico Olóriz y miembros del grupo Neuroplasticidad y Aprendizaje han identificado en un estudio preclínico los efectos duraderos sobre la función cerebral del consumo de alcohol en modo atracón durante la adolescencia. El resultado de la investigación muestra que los adolescentes que repiten el consumo de alcohol ingiriendo varias copas en un periodo corto de tiempo tienen mayor sensibilidad al alcohol durante la vida adulta. El estudio Adolescent alcohol exposure modifies adult anxiety-like behavior and amygdala sensitivity to alcohol in rats: Increased c-Fos activity and sex-dependent microRNA-182 expression (La exposición al alcohol en adolescentes modifica el comportamiento similar a la ansiedad en los adultos y la sensibilidad de la amígdala al alcohol en ratas: aumento de la actividad de c-Fos y expresión de microARN-182 dependiente del sexo) ha sido publicado en la revista Pharmacology Biochemistry and Behavio.
Estos investigadores han combinado análisis del comportamiento con técnicas inmunohistoquímicas y genéticas para estudiar los efectos a largo plazo de la administración intermitente de alcohol durante la adolescencia como modelo de consumo en atracón. Los resultados muestran que la amígdala, el área cerebral implicada en la regulación de las emociones y la búsqueda de recompensas, muestra hiperreactividad en respuesta al alcohol en el adulto, incluso después de haber pasado tiempo desde la adolescencia sin haber sido expuesto a nuevo consumo. Los efectos muestran un aumento de la actividad neural y, específicamente en las hembras, el incremento de la expresión de un microARN (miR-182), regulador de genes implicados en el desarrollo del sistema nervioso que ha sido relacionado con estrés y depresión en humanos. Adicionalmente, las pruebas comportamentales confirman ansiedad potenciada en los adultos expuestos a alcohol durante la adolescencia.
De todo lo anterior, los investigadores concluyen que no se puede descartar que los cambios plásticos permanentes inducidos en la amígdala por ese consumo temprano de alcohol y en ese modo compulsivo puedan impulsar posteriormente el consumo en la edad adulta al inducir una combinación de "ansiedad potenciada" y "mayor efecto reforzante del alcohol". Estos hallazgos contribuyen a comprender los mecanismos responsables del elevado riesgo de consumo de alcohol descrito en los adultos que iniciaron su consumo en la adolescencia.
El alcohol es la droga más consumida en el mundo tanto entre los hombre como entre las mujeres, siendo su abuso responsable de graves problemas de salud que pueden conducir a la muerte. En España, según el informe 2023 del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, el alcohol es la sustancia que empieza a consumirse a una edad más temprana, a los 16,5 años de media, siendo característico en las edades más jóvenes un patrón de consumo de riesgo en atracón (binge drinking, en inglés). Ello es especialmente preocupante porque la adolescencia representa un periodo muy sensible en lo que se refiere a repercusión de los efectos del alcohol sobre el desarrollo del cerebro, ya que este se encuentra en sus últimas fases de formación y la exposición a agentes externos puede modificar de forma permanente su función.
El estudio forma parte de la tesis doctoral de Ana Vázquez de Agredos, que ha sido dirigida por Milagros Gallo, del departamento de Psicobiología, y por Cruz Miguel Cendán, del departamento de Farmacología, y está financiado por el proyecto de investigación PID2020-114269GB (MICN) desarrollado por Milagros Gallo y Fernando Gámiz.