Tras un arduo proceso de restauración que ha durado seis meses, el Cristo de Lepanto ha vuelto a Cartagena, "a su casa, la Iglesia de Santa María de Gracia, donde se va a estudiar la forma de poder proteger la figura y conservarla aún mejor", tal y como ha expresado la vicealcaldesa, Ana Belén Castejón, durante la recepción, este viernes 14 de octubre, de la talla de marfil en el templo.