Construcciones de escuelas, intervenciones en materia de seguridad alimentaria y para posibilitar el acceso al agua potable, así como acciones de alfabetización integran el Programa de Cooperación Internacional para el Desarrollo que está llevando a cabo la Diputación de Huelva una zona rural en el norte de Senegal, con elevados índices de pobreza y un bajo desarrollo.
Los proyectos se están desarrollando sobre el terreno -en pueblos y aldeas aledañas a la ciudad de Louga- en coordinación con la Fundación Cepaim y los municipios de Valverde del Camino, Cartaya, San Juan del Puerto y Trigueros, a través de un convenio conjunto del que forma parte un programa de voluntariado internacional. Este acuerdo ha posibilitado que cuatro personas voluntarias –una de cada municipio- hayan viajado a Senegal para ser partícipes en las distintas intervenciones.
Los voluntarios han visitado la construcción de un aula-escuela, el proyecto de Valverde del Camino para llevar el agua a una aldea desde una fuente cercana o el promovido por Cartaya, que se dirige a la compra de un molino de cereales para la cooperativa de mujeres. Por parte de San Juan del Puerto, los recursos se dirigen a la construcción de un local de transformación de cereales y los de Trigueros se enfocan a la formación en transformación de cereales y a la alfabetización.
"Para la Diputación de Huelva, el instrumento de la Cooperación Directa Municipalizada es clave para que los municipios de la provincia participen en los proyectos de Cooperación Internacional ya que normalmente tienen pocos recursos, tanto económicos como humanos, para realizar actuaciones en países empobrecidos", ha manifestado la diputada de Cooperación Internacional, Rocío Moreno. A través de proyectos como el de Senegal, ha añadido, pueden agrupar recursos para construir escuelas, crear cooperativas de mujeres o llevar el agua a pequeños pueblos, como es el caso del proyecto en Senegal.
De otro lado, la diputada ha explicado que este programa hace posible que vecinos y vecinas de los pueblos que participan puedan realizar voluntariado y transmitirlo posteriormente, tanto en relación con la cooperación internacional como respecto al trabajo que se realiza a nivel provincial en este ámbito. "El voluntariado en países como Senegal es una experiencia que enriquece como persona y te marca para toda la vida", ha destacado Moreno.
Cada uno de los municipios realizó un proceso de selección abierto a la ciudadanía y las personas voluntarias tendrán además que realizar en su respectivo pueblo una actividad de sensibilización para dar a conocer el proyecto que se desarrolla en Senegal.
Desde CONVIVE Fundación Cepaim, Elena Hernández, ha señalado que en el proyecto de Cooperación Directa Municipalizada que promueve la Diputación se ha considerado "fundamental" la vinculación del voluntariado en terreno "para contribuir en la mejora de las condiciones de vida del municipio de Niomrè, en Senegal, a través de una serie de actividades que han permitido conseguir los objetivos marcados en materia de educación, desarrollo productivo y seguridad alimentaria".
Experiencias enriquecedoras del voluntariado
"Cuatro desconocidos nos encontramos en el aeropuerto de Sevilla con destino a Senegal. Llegamos a una región (Louga) de llanuras interminables salpicadas por acacias y baobabs, de pueblos sin médico, de niños sin escuelas, de escuelas con suelo de tierra, techumbre y cinco niños por pupitre, de pueblos y aldeas de difícil acceso y duras condiciones de vida, de gente que comienza a despertar tus afectos con sus quehaceres, con su trato y su mirada. Aquellos cuatro desconocidos, que no se libran de compartir emociones y tareas se convierten en un grupo, con sentimiento de pertenencia, fundamental en esta cooperación" relata uno de los voluntarios, José Fernando Vázquez, de Valverde del Camino.
El grupo lo completan Beatriz Garrido de Trigueros, Marta Fernández de Cartaya y Juan Carlos Lorca, de San Juan del Puerto. "La experiencia no ha podido ser más enriquecedora", ha subrayado Lorca. "El aprendizaje más importante a nivel personal es 'la comunidad', sinónimo de familia pero más amplia, no solo de los lazos de sangre sino también de cercanía y amistad, y no solo por el hecho de pertenecer a una comunidad sino por sentir que los avances y mejoras en la comunidad lo son en cada uno de los individuos que la conforman. Fui con la idea de aportar y vengo con la sensación de haber crecido como persona", ha relatado.
Para Marta Fernández, este tipo de voluntariado "aporta un extra de humanidad y cercanía a los proyectos que se están desarrollando". "Cuando las personas beneficiarias y las personas voluntarias tienen la oportunidad de sonreírse – reflexiona-, en esas conversaciones que se tornan un poco más íntimas, es más sencillo poder evaluar lo que se está haciendo y entender la realidad para detectar qué se podría mejorar e incluso conocer inquietudes que pueden ser el germen para enriquecer los proyectos con actividades que acerquen a las dos partes".
"Haber vivido esta experiencia tan pura y real te cambia la forma de ver las cosas, de valorarlas, de situarte aún más sobre la realidad, una realidad por la que no debemos de dejar apostar, por la que el trabajo conjunto de las administraciones, asociaciones y personas comprometidas debe seguir adelante", ha considerado Beatriz Garrido, que ha expresado su agradecimiento por haber formado parte del voluntariado en Senegal.