El alcalde de Moguer y presidente del organismo juanramoniamo, Gustavo Cuéllar, ha suscrito hoy la adquisición de estas obras pictóricas con su propietario José Alfonso Hernández-Pinzón, vinculado por lazos familiares al poeta, en un acto al que también ha asistido el director de la Fundación Antonio Ramírez.
Con esta adquisición se cumple uno de los fines específicos de la entidad que es, precisamente, la recuperación, recopilación y custodia de todos cuantos documentos sean posibles sobre la obra y la vida del poeta y su esposa Zenobia Camprubí, en este caso, varias pinturas originales del Nobel con un gran valor artístico.
El sitio de Nazaret formaba parte del paraje y la casa de Fuentepiña en los que Juan Ramón pasó largas temporadas en su infancia y adolescencia, siendo evocado por el poeta en varias de sus obras y, especialmente, en Platero y Yo.
Originalmente la finca se denominaba Santa Cruz de Vista Alegre y era propiedad del tío de Juan Ramón, Gregorio Jiménez, aunque su nombre cambió cuando el poeta regaló a su médico y amigo personal, Rafael Almonte, una parte de la finca que pasó a conocerse como Nazaret, mientras que el resto de la propiedad que continuó en poder de la familia Jiménez se denominó desde entonces Fuentepiña.
Este paraje situado a unos 2 km. del pueblo desde el que el poeta tenía unas espectaculares vistas de Moguer, constituye un espacio natural con evidentes connotaciones literarias y pictóricas en el que confluyen valores de carácter histórico que tienen que ver con la presencia y las vivencias del poeta, de ahí el interés de su Fundación por incorporar a sus fondos estas obras artísticas que, según los expertos, son de las mejores pinturas que realizó un Juan Ramón que, como todos saben, quiso ser pintor antes que poeta.
Los cuadros titulados "Nazaret 1" y "Nazaret 2" son dos óleos sobre lienzo con medidas de 38 x 51 cm. pintados por Juan Ramón hacia 1910, dos trabajos que, por su tonalidad y ejecución tienen mucho de acuarela. El poeta consigue esta impresión usando pigmentos y pinceladas muy diluidas que dotan a estas dos obras de una gran espontaneidad y luminosidad, consideradas por los especialistas entre los mejores trabajos pictóricos del Andaluz Universal.
En cuanto al cuadro titulado "Melocotones", cuyas medidas son de 16,8 x 23 cm., fue pintado y firmado por el propio poeta en 1897, cuando apenas contaba 16 años de edad, y representa dos melocotones sobre fondo verde oscuro apoyados sobre una base de color siena, una composición muy equilibrada en la que el joven Juan Ramón consigue reproducir el color natural de los melocotones maduros modelando y fundiendo los tonos en fresco, creando así unas texturas tremendamente realistas.