"En Nyala, capital de Darfur Meridional, se está desencadenando una tragedia a medida que se suceden los enfrentamientos. Los ataques selectivos e indiscriminados contra la población civil están alcanzando niveles catastróficos y todas las carreteras de entrada y salida de la zona están cortadas por los combates.
Nuestro personal, que permanece atrapado en la zona junto con otras decenas de miles de civiles, nos están haciendo llegar multitud de relatos desgarradores: son muchas las personas que se están viendo obligadas a enterrar a los vecinos, familiares y amigos que han sido asesinados en los últimos días. Espacios públicos, mercados y zonas residenciales se han convertido en campos de batalla tras el recrudecimiento de los combates. Nuestros compañeros también nos han informado de que los combatientes han asaltado viviendas y se han escondido en su interior, utilizando a civiles como escudos humanos y haciendo de esta forma que las personas no dispongan de espacios protegidos. Ayer 23 de agosto, los bombardeos causaron la muerte de 27 personas, en su mayoría mujeres y niños, que quedaron atrapados en el fuego cruzado mientras permanecían escondidos bajo un puente.
Mientras tanto, el hospital de Kas, que se encuentra a sólo una hora y media en coche de la base de las montañas de Jebel Marra, y que era el único que quedaba operativo en la zona, está ahora controlado por grupos armados, lo que deja a los civiles sin apenas opciones de recibir atención médica.
MSF reanudó recientemente sus actividades en la clínica de Kalo Kitting, a tres horas de Nyala y a una de Kas, pero debido a la volatilidad de la situación no podemos prestar la atención médica que se requiere. Estamos estudiando todas las opciones disponibles para hacer llegar suministros, pero el tiempo se agota para las personas que han resultado heridas en los últimos combates, ya que todas las carreteras de entrada y salida de Nyala están sitiadas, lo que impide que la gente pueda salir y que se envíen suministros. Si no hay tregua en los próximos días, tememos por la seguridad de nuestro personal y de los civiles que siguen atrapados allí, en el limbo y a merced de los combatientes armados que han invadido la zona.
Instamos de nuevo a todas las partes del conflicto a que respeten a los civiles y las infraestructuras civiles, y permitan el paso seguro de las personas, garantizando al mismo tiempo la protección de los trabajadores humanitarios y de las instalaciones médicas". Anna Bylund, coordinadora de emergencias de MSF en Sudán.
MSF trabaja en 10 estados de Sudán, prestando una amplia gama de servicios sanitarios, como atención traumatológica a heridos de guerra, atención materna y pediátrica y tratamiento de la desnutrición.