A medida que aumenta el riesgo de hambruna y más niños y familias se ven expuestas a brotes de enfermedades mortales, se necesita urgentemente un cambio fundamental en el flujo de ayuda humanitaria a Gaza, según han advertido hoy varios organismos de las Naciones Unidas. Los responsables del Programa Mundial de Alimentos (PMA), UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirman que la llegada de suministros suficientes a Gaza depende ahora de la apertura de nuevas rutas de entrada; la autorización de un mayor número de camiones a través de los controles fronterizos cada día; la reducción de las restricciones a la circulación de los trabajadores humanitarios; y garantías de seguridad para las personas que acceden a la ayuda y la distribuyen.
Sin capacidad para producir o importar alimentos, toda la población de Gaza depende de la asistencia para sobrevivir. Pero la ayuda humanitaria por sí sola no puede satisfacer las necesidades esenciales de la población de Gaza. Las Naciones Unidas, los organismos internacionales de ayuda y las organizaciones no gubernamentales han conseguido hasta ahora suministrar una ayuda humanitaria limitada en Gaza, a pesar de las condiciones extraordinariamente difíciles, pero las cantidades son muy inferiores a las necesarias para evitar una combinación mortal de hambre, desnutrición y enfermedad. La escasez de alimentos, agua potable y asistencia médica es especialmente grave en las zonas del norte.
La acción humanitaria se ve gravemente limitada por el cierre de todos los pasos fronterizos del sur, excepto dos, y por el proceso de inspección a varios niveles de los camiones que entran en Gaza. Una vez dentro, los bombardeos y los constantes cambios en los frentes de batalla obstaculizan los esfuerzos por establecer puntos de servicio para las personas necesitadas, lo que pone en peligro la vida de los ciudadanos de Gaza y del personal humanitario de la ONU y de otras organizaciones que se esfuerzan por ayudarlas.
"Los habitantes de Gaza corren el riesgo de morir de hambre a pocos kilómetros de los camiones repletos de alimentos", ha declarado la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain. "Cada hora perdida pone en peligro innumerables vidas. Podemos mantener a raya la hambruna, pero solo si podemos entregar suministros suficientes y tener un acceso seguro a todos los necesitados, estén donde estén", ha añadido.
El último informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición (CIF) constató niveles devastadores de inseguridad alimentaria en Gaza y confirmó que toda la población de Gaza -aproximadamente 2,2 millones de personas- se encuentra en situación de crisis o niveles peores de inseguridad alimentaria aguda. Prácticamente todos los palestinos de Gaza se saltan comidas todos los días, mientras que muchos adultos pasan hambre para que los niños y las niñas puedan comer; en este sentido, el informe advertía de la hambruna, si persisten las condiciones actuales.
El PMA ha estado suministrando alimentos a la población de Gaza todos los días desde el 7 de octubre, y en diciembre llegó a más de 900.000 personas. Para ello ha tenido que adoptar nuevas formas de trabajar con los aliados locales, como encontrar lugares seguros para las distribuciones, canalizar harina de trigo a las panaderías para que puedan reanudar la producción y distribuir suplementos alimentarios especiales para ayudar a los niños y niñas a combatir la desnutrición. El pasado jueves, el primer convoy de alimentos del PMA al norte de Gaza desde la pausa humanitaria entregó suministros alimentarios para unas 8.000 personas.
El conflicto también ha dañado o destruido infraestructuras y servicios esenciales de agua, saneamiento y salud, y ha limitado la capacidad para tratar la desnutrición grave y los brotes de enfermedades infecciosas. Con unos 335.000 niños y niñas menores de 5 años de Gaza especialmente vulnerables, UNICEF prevé que, durante las próximas semanas, la desnutrición aguda infantil -la forma de desnutrición más peligrosa para la vida de los niños y niñas- podría aumentar con respecto a las condiciones anteriores a la crisis en casi un 30%, afectando a hasta 10.000 niños y niñas.
"Los niños y niñas con alto riesgo de morir por desnutrición y enfermedades necesitan desesperadamente tratamiento médico, agua potable y servicios de saneamiento, pero las condiciones sobre el terreno no nos permiten llegar con seguridad a los niños, niñas y familias que lo necesitan", ha declarado Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF."Parte del material que necesitamos desesperadamente para reparar y aumentar el suministro de agua sigue teniendo restringida la entrada en Gaza. Las vidas de los niños y sus familias penden de un hilo. Cada minuto cuenta", ha alertado.
UNICEF lleva advirtiendo desde noviembre que los niños y niñas del sur de Gaza solo tienen acceso a entre 1,5 y 2 litros de agua al día, muy por debajo de las necesidades recomendadas para sobrevivir. Para hacer frente a esta situación, UNICEF y sus aliados han proporcionado agua potable a más de 1,3 millones de personas, pero se necesita mucho más para hacer frente a las condiciones desesperadas. UNICEF también ha proporcionado suministros médicos, incluidas 600.000 dosis de vacunas, suplementos nutricionales y vitaminas a niños, niñas y mujeres embarazadas, así como ayudas en efectivo a más de 500.000 hogares.
Desde el inicio de las hostilidades, la OMS y sus aliados han estado apoyando el sistema sanitario de Gaza con entregas de equipos y suministros médicos, medicamentos, combustible; coordinación de equipos médicos de emergencia; y vigilancia de enfermedades. Ha habido más de una docena de misiones de alto riesgo para proporcionar suministros a hospitales del norte y el sur de Gaza.También ayudaron a establecer dos cocinas en el hospital de Al-Shifa, que ahora sirven 1.200 comidas al día, y entregaron suministros médicos para apoyar el tratamiento de hasta 1.250 niños y niñas con desnutrición aguda grave y el establecimiento de centros de alimentación terapéutica.
"La población de Gaza sufre falta de alimentos, agua, medicamentos y atención sanitaria adecuada. La hambruna hará catastrófica una situación ya de por sí terrible, porque las personas enfermas tienen más probabilidades de sucumbir a la inanición y las personas hambrientas son más vulnerables a las enfermedades (…) Necesitamos un acceso sin trabas y seguro para entregar la ayuda y un alto el fuego humanitario para evitar más muertes y sufrimiento ", ha declarado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La autorización israelí para utilizar un puerto operativo cercano a la Franja de Gaza y los pasos fronterizos hacia el norte son muy necesarios para las agencias de ayuda humanitaria. El acceso al puerto de Ashdod, a unos 40 kilómetros al norte, permitiría transportar cantidades significativamente mayores de ayuda, que luego se enviarían directamente en camiones a las regiones septentrionales de Gaza, gravemente afectadas, a las que pocos convoyes han conseguido llegar.
"El flujo de ayuda ha sido un goteo en comparación con un mar de necesidades humanitarias", ha dicho Phillip Lazzarini, comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA)."La ayuda humanitaria no será suficiente para revertir el agravamiento del hambre entre la población. Los suministros comerciales son imprescindibles para permitir la reapertura de los mercados y del sector privado, y ofrecer una alternativa a la accesibilidad de los alimentos", ha alñadido.
Los responsables de las agencias hicieron además hincapié en la urgente necesidad de levantar las barreras y restricciones a la entrega de ayuda a Gaza y dentro de ella, y de que se reanude el tráfico comercial. Asimismo, reiteraron el llamamiento en favor de un alto el fuego humanitario que permita este despliegue de vital importancia de una operación humanitaria masiva y multi agencia.