El número de víctimas civiles -entre ellas muchos niños y niñas- debido al uso de minas terrestres y otros artefactos explosivos por parte de las diferentes partes en la escalada del conflicto en Myanmar ha aumentado de manera alarmante.
Así lo muestran los datos publicados por UNICEF en el Día Internacional de información sobre el peligro de las minas y de asistencia para las actividades relativas a las minas, que reflejan que en 2023 en Myanmar hubo 1.052 víctimas civiles verificadas a causa de incidentes con minas terrestres y artefactos explosivos, casi el triple de los 390 incidentes registrados en 2022. Más del 20% de las víctimas fueron niños y niñas.
"El uso de minas terrestres no sólo es censurable, sino que puede constituir una violación del derecho internacional humanitario", asegura Debora Comini, directora regional de UNICEF para Asia Oriental y el Pacífico. "Es imperativo que todas las partes en conflicto den prioridad a la seguridad y el bienestar de los civiles, especialmente de los niños y niñas, y tomen medidas inmediatas para detener el uso de estas armas indiscriminadas".
A medida que el conflicto en Myanmar se ha ido extendiendo en los últimos meses, se ha informado de que casi todos los estados y regiones del país, aparte de la capital, Naipydó, están contaminados por minas terrestres. Myanmar figura ahora entre los países más contaminados por minas terrestres y artefactos explosivos de todo el mundo.
Los niños y las niñas son especialmente vulnerables a las minas terrestres, ya que es menos probable que las reconozcan y pueden no ser conscientes de sus peligros. El despliegue generalizado de armas en todo el país significa que los niños y las niñas pueden encontrarse con minas terrestres prácticamente en cualquier lugar, incluso cerca de sus casas, escuelas, patios de recreo y zonas de cultivo.
En Myanmar, las minas terrestres son utilizadas indiscriminadamente por todas las partes de un conflicto cada vez más intenso que ha desplazado a más de 2,8 millones de personas y ha dejado a más de 18 millones de personas en extrema necesidad de ayuda humanitaria.
En 2023, UNICEF llegó a 138.855 personas, incluidos niños y niñas, en todo Myanmar con intervenciones de prevención de minas terrestres u otras armas explosivas y de asistencia a los supervivientes. En 2024, UNICEF solicita 208,3 millones de dólares (191,8 millones de euros) para proporcionar asistencia vital y servicios críticos a los 3,1 millones de niños, niñas y familias más afectadas por la actual crisis en Myanmar.
Infancia en conflictos
UNICEF trabaja defendiendo los derechos de los más de 460 millones de niños y niñas que viven en zonas de guerra y conflicto en todo el mundo. Niños y niñas que son asesinados, sufren mutilaciones, tienen que abandonar sus hogares o se ven separados de sus familias, siendo especialmente vulnerables a todo tipo de abusos. Colabora haciéndote socio para que podamos seguir llevándoles suministros esenciales y apoyando la rehabilitación de escuelas, hospitales y fuentes de agua: www.unicef.es/ninos-en-guerra.