Se espera que casi 52.000 niños y niñas menores de cinco años de los 84 distritos de Zambia afectados por la sequía caigan en una grave emaciación -la forma más mortífera de desnutrición- en los próximos 12 meses si no se ponen en marcha medidas preventivas urgentes. Otros 276.000 niños y niñas menores de cinco años sufrirán emaciación moderada.
Los datos, extraídos de una reciente encuesta SMART encargada por la Comisión Nacional de Alimentación y Nutrición y apoyada por UNICEF, llegan en un momento en que Zambia se enfrenta a una prolongada sequía. Los niños y las niñas de las provincias occidentales, meridionales, centrales y noroccidentales -cuatro de las diez regiones de Zambia- corren un riesgo especialmente alto de desnutrición, ya que muchas familias ya pasan hambre y no pueden poner alimentos nutritivos en la mesa.
"Nos encontramos en una coyuntura crítica. Las conclusiones de esta encuesta SMART ponen de relieve la necesidad inmediata de adoptar medidas preventivas para evitar una grave crisis de malnutrición", declaró el director ejecutivo de la Comisión Nacional de Alimentación y Nutrición, Dr. Muntanga Mapani. "Los datos muestran claramente que, sin una intervención oportuna, podríamos asistir a un aumento significativo de las tasas de malnutrición, sobre todo entre los niños y las niñas menores de cinco años y las mujeres embarazadas y lactantes".
Según los resultados, más de la mitad de los hogares de cinco de las seis provincias encuestadas padecen hambre de moderada a grave. La provincia occidental es la más afectada, con más del 88% de los hogares hambrientos, y casi la mitad con hambre severa, lo que pone a los niños en riesgo de desnutrición y enfermedad.
La encuesta SMART se hace eco de las conclusiones de un reciente informe de UNICEF Pobreza alimentaria infantil: privación nutricional en la primera infancia temprana, según el cual el 24% de los niños y niñas menores de cinco años de Zambia sufren pobreza alimentaria infantil severa, lo que significa que se alimentan con sólo dos o menos grupos de alimentos al día. Los niños que consumen este tipo de dietas se enfrentan a un riesgo hasta un 50% mayor de padecer emaciación, y esto podría verse acelerado por las graves condiciones de sequía del país.
"Los niños y las niñas que sufren desnutrición tienen una probabilidad 10 veces mayor de morir que los niños y niñas bien alimentadas. Si no actuamos ahora, pueden producirse efectos devastadores y duraderos en la salud, la nutrición y el desarrollo de la población más joven y vulnerable de Zambia", afirmó Naysan Sahba, directora de comunicación y promoción mundial de UNICEF. "Debemos ampliar urgentemente el acceso a alimentos nutritivos y diversos, a los servicios de salud y a los servicios de agua, higiene y saneamiento para evitar una crisis inminente."
La encuesta SMART, realizada en 6 de las 10 provincias en mayo de 2024 durante la temporada de cosecha, descubrió que las tasas actuales de emaciación en general son relativamente bajas, por debajo del 5%. Sin embargo, la tasa en la provincia meridional es del 6,2%, más del doble que durante la sequía de 2019/2020. Las tasas de emaciación podrían aumentar durante la temporada de escasez de 2024/2025, cuando el acceso a los alimentos será aún más restringido.
Según la encuesta, las mujeres embarazadas y lactantes también corren riesgo de padecer emaciación. Se calcula que durante el próximo año casi 112.000 tendrán emaciación, y casi 13.000 padecerán la forma más grave. Las bajas tasas de lactancia materna también son motivo de preocupación. Aunque la lactancia materna exclusiva en los seis primeros meses de vida ayuda a proteger a los bebés de las enfermedades, las tasas son preocupantemente bajas en muchas provincias, especialmente en las zonas urbanas de Lusaka.
La encuesta también reveló importantes carencias en las instalaciones básicas de agua, higiene y saneamiento, lo que aumenta los riesgos para la salud de los niños y niñas desnutridas y las mujeres embarazadas y lactantes, cuyos debilitados sistemas inmunitarios luchan contra las enfermedades transmitidas por el agua. Por ejemplo, más del 60% de los habitantes de las provincias Central y Occidental y una cuarta parte de los hogares urbanos de Lusaka carecen de acceso fiable a agua potable. La escasez de estaciones para lavarse las manos y de instalaciones sanitarias mejoradas agrava el problema. Los resultados ya indican tendencias preocupantes en la salud de los niños, con una diarrea generalizada que afecta hasta al 33% en algunas zonas.
El tratamiento oportuno de la emaciación moderada es crucial para evitar una rápida transición a la emaciación grave. Para evitar una crisis nutricional, UNICEF y sus aliados instan a tomar medidas inmediatas para:
- Dar prioridad a las madres y los niños: Garantizar la distribución de alimentos y programas de asistencia en efectivo para mujeres embarazadas y lactantes y niños menores de cinco años, proporcionando alimentos ricos en calorías y proteínas.
- Combatir las carencias de nutrientes: Proporcionar suplementos ricos en nutrientes a las mujeres embarazadas y lactantes y a los niños pequeños, así como una intervención temprana para evitar que la emaciación moderada evolucione a emaciación grave.
- Ampliar el acceso a la atención sanitaria: Aumentar la capacidad de tratamiento en todos los centros de atención primaria para tratar el aumento previsto de casos de malnutrición durante la temporada de escasez.
- Mejorar los servicios de agua, saneamiento e higiene: Garantizar que los hogares y los centros sanitarios tengan acceso a servicios sostenibles y resistentes al clima de agua limpia, saneamiento y lavado de manos.