Tras más de 15 meses de guerra en Sudán, una catastrófica combinación de conflicto, desplazamiento, y dificultad de distribución de la ayuda humanitaria, ha provocado una situación de hambruna en un campo que alberga a cientos de miles de desplazados en la región sudanesa de Darfur Norte.
La conclusión del Comité de Revisión de la Hambruna (FRC, por sus siglas en inglés) de que hay hambruna en el campo de Zamzam, es la primera declaración de hambruna por parte del Comité en más de 7 años, y sólo la tercera vez que se hace una declaración de hambruna desde que se creó el sistema de monitoreo hace 20 años. El FRC advierte que otras partes de Sudán corren el riesgo de hambruna si no se toman medidas concretas.
La declaración de hambruna confirma los temores de la comunidad humanitaria y sigue a un análisis del CIP de junio que mostraba un dramático declive en la seguridad alimentaria y nutricional; con 755.000 personas enfrentándose a condiciones catastróficas.
UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas han advertido del riesgo cada vez mayor que corre la población de Sudán, especialmente los niños y niñas, si no se presta ayuda urgente a las comunidades atrapadas en zonas de conflicto como Darfur, Jartum, Kordofán y Al Jazirah. La situación sigue siendo crítica en todo el país, y se calcula que 730.000 niños y niñas sufrirán desnutrición aguda grave este año, la forma de desnutrición que más vidas pone en peligro.
La determinación de hambruna significa que las personas, incluidos los niños y niñas, ya han empezado a morir de hambre y de otras afecciones relacionadas, como la desnutrición y las infecciones. A diferencia de la crisis de Darfur de hace veinte años, esta crisis de hambre provocada por el conflicto se extiende por todo el país, incluida la capital, Jartum, y el estado de Jazirah, anteriormente el granero de Sudán.
El acceso humanitario severamente restringido es una de las principales causas de las condiciones de hambruna en Zamzam. Aunque UNICEF pudo entregar en julio en El Fasher suficientes suministros de alimentos terapéuticos listos para el consumo (RUTF, por sus siglas en inglés) para tratar a unos 4.000 niños y niñas con desnutrición aguda grave, incluida una asignación para el campamento de Zamzam, la continua falta de acceso seguro y sostenido significa que las necesidades siguen siendo enormes y que la capacidad para seguir entregando suministros humanitarios es impredecible.
"Necesitamos urgentemente una ampliación masiva del acceso humanitario para poder detener la hambruna que se ha apoderado del norte de Darfur y evitar que se extienda por todo Sudán. Las partes beligerantes deben levantar todas las restricciones y abrir nuevas rutas de suministro a través de las fronteras, y a través de las líneas de conflicto, para que los organismos de socorro puedan llegar a las comunidades aisladas con los alimentos y otra ayuda humanitaria que necesitan desesperadamente", declaró la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain. "También hago un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe ahora a fin de garantizar un alto el fuego en este brutal conflicto y poner fin a la hambruna que asola Sudán. Es la única manera de revertir una catástrofe humanitaria que está desestabilizando toda esta región de África."
"Las noticias de hoy confirman algunos de nuestros peores temores de que la hambruna se está produciendo en algunas partes de Sudán y está infligiendo un sufrimiento inimaginable a niños, niñas y familias que ya sufren el impacto de una guerra horrible", dijo la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. "Esta hambruna está totalmente provocada por el hombre. Volvemos a hacer un llamamiento a todas las partes para que proporcionen al sistema humanitario un acceso seguro y sin obstáculos a los niños, niñas y familias necesitados. Debemos poder utilizar todas las rutas, incluyendo las primeras líneas de conflicto y las fronteras. Los niños y niñas de Sudán no pueden esperar. Necesitan protección, servicios básicos y, sobre todo, un alto el fuego y la paz".
UNICEF y el PMA siguen haciendo un llamamiento a todas las partes para que garanticen un acceso humanitario seguro, sin obstáculos y sostenido, que permita ampliar aún más la respuesta humanitaria y que los organismos puedan realizar sus entregas con rapidez. Las agencias también instan a la comunidad internacional a intensificar su apoyo financiero a los esfuerzos humanitarios y a utilizar todas las herramientas diplomáticas a su disposición para lograr un alto el fuego inmediato. El PMA y UNICEF han movilizado una respuesta humanitaria a gran escala con aliados locales e internacionales dentro de Sudán y en los países vecinos, donde más de 2 millones de sudaneses han huido para ponerse a salvo.