La periodista y embajadora de UNICEF España, Sara Carbonero, ha conocido de primera mano la crítica situación de los niños, niñas y familias migrantes que atraviesan la selva de Darién entre Colombia y Panamá en su camino hacia el norte del continente americano. En los cuatro primeros meses de 2024, más de 30.000 niños y niñas se adentraron en esta ruta considerada una de las más peligrosas del mundo.
"He hablado con muchos niños y niñas que han visto y sobrevivido en pocos días de travesía a más peligros de los que muchos de nosotros podemos llegar a imaginar. Ninguno de ellos debería exponerse a los peligros, incluido el de muerte, de esta ruta a través de la selva solo por huir del hambre o la violencia y querer un futuro mejor", ha asegurado Carbonero.
En la Estación de Recepción de Migrantes de Lajas Blancas y en la pequeña comunidad indígena de Bajo Chiquito, Carbonero pudo conocer las angustiosas historias de niños, niñas y adolescentes de varias nacionalidades y ser testigo de las críticas condiciones en las que llegan tras varios días de tortuoso camino por la selva tropical, enfrentándose a una combinación de peligros como el clima extremo, paso de cimas, torrentes, animales salvajes, insectos, falta de agua potable y alimento, así como la violencia, incluyendo el abuso sexual. También presenció y acompañó el trabajo humanitario de los equipos de UNICEF en apoyo de las necesidades más básicas de las familias como salud, nutrición, protección, agua, higiene y saneamiento y apoyo psicológico, que se extienden a las desbordadas comunidades de acogida.
"Estaban exhaustos, deshidratados, malheridos y con traumas que serán difíciles de superar. La ayuda que presta UNICEF a todos ellos y sus familias es básica para que puedan recuperarse y volver a sonreír", ha añadido la periodista y embajadora de UNICEF España.
La migración de niños, niñas y adolescentes a través de la selva del Darién se ha convertido en una crisis prolongada. UNICEF, que presta ayuda en la zona desde 2018, estima que este año podrían cruzar la selva 800.000 personas, entre ellas 160.000 menores de 18 años, miles de ellos no acompañados o separados de sus familias durante la travesía, lo que supone un récord nunca antes visto. Muchos de ellos necesitarán ayuda humanitaria antes de poder proseguir su camino.
"La situación de niños, niñas migrantes y sus familias en Darién es simplemente desgarradora y las tendencias indican que seguirá en aumento mientras que no se habiliten rutas seguras", aseguró Chema Vera, director ejecutivo de UNICEF España. "Agradecemos el decidido apoyo de Sara Carbonero para visualizar y dar a conocer sus historias y esta dura realidad muchas veces olvidada, así como su compromiso para que, a través del trabajo de UNICEF y sus aliados en la zona, ningún niño o niña, ya sea migrante o de las comunidades que les acogen, se quede atrás y pueda disfrutar de sus derechos más básicos".