Con la vuelta al colegio en septiembre, un informe del Ministerio de Educación y Ciencia ha identificado que alrededor de 4,6 millones de niños y niñas ucranianos se enfrentan a dificultades en el acceso a la educación. Esta cifra incluye una estimación de dos millones de niños afectados por el cierre de escuelas. Además, según los informes, más de 3.500 instituciones educativas han sufrido daños, y casi 400 han quedado completamente destruidas.
UNICEF también ha alertado sobre el impacto de las constantes alarmas antiaéreas que obligan a los niños y niñas a trasladarse a refugios, interrumpiendo sus clases y su sueño. Además, ha destacado que los ataques provocan cortes de electricidad que también interrumpen las clases en las escuelas y el acceso al aprendizaje on line.
Larysa Nedoluzhko, profesora de idiomas en Irpin, lamenta la situación de la infancia: "Primero fue el COVID-19 y ahora la guerra y las constantes sirenas. Con cada alarma los niños y niñas van al refugio antibombas del sótano. El refugio de la escuela es seguro y espacioso, pero organizar las clases en un sótano abarrotado es imposible".
El director de Respuesta de World Vision, Chris Palusky, ha expresado su profunda preocupación por la serie de ataques sufridos en los últimos días. "El sufrimiento de años de la infancia y las familias en Ucrania, y el impacto en su salud mental es horrible incluso de imaginar".
Adjuntamos vídeo del responsable de comunicación en Ucrania, Oleksandr Shpygunov, donde describe los recientes ataques en Poltava.
"Los trabajadores humanitarios que responden en medio de los ataques corren un grave riesgo, y también nos preocupa que su acceso y capacidad de respuesta también se vean obstaculizados. Los retrasos en la entrega de ayuda humanitaria pueden provocar la pérdida de vidas", añade Chris Palusky.
Al igual que el resto de los millones de niños y niñas ucranianos desplazados y refugiados por la guerra, Eva, de nueve años, sueña con un país libre de alarmas y explosiones. "Quiero ser astróloga, pero mi mayor deseo es que mi padre vuelva de la guerra", apela Eva.
Roman, uno de los profesores de la escuela de Eva, plantea la necesidad de redoblar los esfuerzos para cerrar la brecha en la educación: "Los primeros años de la escuela primaria son fundamentales para la educación de un niño y su futuro desarrollo cerebral".
La respuesta humanitaria de World Vision en Ucrania ha ayudado a más de 1,9 millones de personas afectadas por la guerra. La ONG ha estado trabajando con socios locales organizando iniciativas para continuar con la educación de los niños y niñas, el apoyo psicosocial y la salud mental a través de 16 espacios acogedores para la infancia. Está en marcha la apertura de cuatro más.
Los programas de World Vision que incluyen apoyo a la educación han llegado a más de 267.000 niños y niñas ucranianos y de familias de acogida de personas refugiadas, pero aún queda mucho por hacer.