Mientras la infancia se prepara para su primer día de escuela en varios países de Oriente Medio, al menos 45.000 niños y niñas de seis años de la Franja de Gaza se están viendo privados de este derecho. La gran mayoría de ellos han sido desplazados de sus hogares y libran una batalla diaria por la supervivencia.
El nuevo curso escolar debía comenzar hoy en todo el Estado de Palestina, pero no ha sido así en la Franja de Gaza, donde el conflicto sigue golpeando duramente a los estudiantes, profesores y escuelas. Los alumnos de primer grado se suman a los 625.000 niños y niñas a los que ya se les ha negado un año escolar completo y, con el conflicto aún activo, corren el riesgo de pasar un segundo año sin educación. "Las niñas y los niños de la Franja de Gaza han perdido sus hogares, sus familiares, sus amigos, su seguridad y su rutina", ha declarado Adele Khodr, directora regional de UNICEF para Oriente Medio y el Norte de África. "También han perdido el refugio y el estímulo que les proporcionaba la escuela, lo que pone en peligro su brillante futuro, que puede verse ensombrecido por este terrible conflicto armado".
Desde octubre de 2023, todas las escuelas en la Franja de Gaza han estado cerradas. Entre los alumnos que no pudieron asistir el año pasado se encuentran 39.000 que se perdieron su último año de escuela y no se pudieron presentar a sus exámenes de Tawjihi. Es la primera vez en décadas que una promoción en la Franja se enfrenta a una situación semejante.
Para los niños mayores, la interrupción de su educación ha supuesto más incertidumbre y ansiedad. Sin escolarización, los jóvenes están en mayor riesgo de explotación, trabajo infantil, matrimonio infantil y otras formas de abuso, y lo más importante, corren el riesgo de abandonar la escuela definitivamente.
Para los niños más pequeños, la falta de escolarización pone en peligro su desarrollo cognitivo, social y emocional. Los padres están reportando impactos significativos en la salud mental y psicosocial de sus hijos, como sentimientos de mayor frustración y aislamiento.
Los niños y las niñas en Cisjordania, incluida Jerusalén Este, también se ven afectados con el inicio del año escolar. El aumento de la violencia y las restricciones de movimiento desde octubre de 2023 han creado nuevas barreras para el aprendizaje de los 782.000 estudiantes en la región. Según datos del Ministerio de Educación y del Grupo de Educación, entre el 8 y el 20 por ciento de las escuelas en Cisjordania han estado cerradas algún día desde octubre de 2023.
Incluso cuando las escuelas permanecen abiertas, el temor a la violencia, las restricciones de movimiento y los problemas de salud mental han llevado a muchos estudiantes a faltar a clase, lo que ha causado una mayor pérdida de aprendizaje. Tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania, incluida Jerusalén Este, los ataques a las escuelas y centros educativos han aumentado en las últimas semanas. En la Franja de Gaza, al menos el 84 por ciento de las escuelas requieren una reconstrucción completa o una rehabilitación significativa antes de que pueda reanudarse la educación. En Cisjordania, incluida Jerusalén Este, se han registrado 69 ataques a escuelas y 2.354 incidentes que afectan a escuelas, estudiantes y docentes en ellas o en sus alrededores, según el Ministerio de Educación palestino.
A pesar de estas necesidades abrumadoras y críticas, la educación sigue siendo uno de los sectores menos financiados en los llamamientos humanitarios. En el Estado de Palestina, los programas educativos de UNICEF se enfrenta a un déficit de financiación del 88%.
Para responder a esta situación, UNICEF y sus aliados han establecido 39 Espacios Temporales de Aprendizaje en la Franja de Gaza que atienden a más de 12.400 estudiantes. Además, están ofreciendo actividades recreativas, kits de aprendizaje de emergencia y apoyo psicosocial y de salud mental a niños, niñas, jóvenes, cuidadores y profesores en los refugios.
"Debemos encontrar la manera de reanudar el aprendizaje y reconstruir las escuelas para defender el derecho a la educación de las próximas generaciones en el Estado de Palestina", ha asegurado Khodr. "Las niñas y los niños necesitan estabilidad para hacer frente al trauma que han sufrido, así como la oportunidad de desarrollarse y alcanzar su pleno potencial. Hay que eliminar todas las barreras que nos impiden realizar nuestra importante labor. Debemos poder llevar con urgencia suministros educativos y recreativos a Gaza a gran escala, contar con espacios seguros para gestionar centros de aprendizaje y contar con garantías de que los estudiantes y profesores puedan acceder, vivir o aprender en los edificios escolares de forma segura. Sobre todo, necesitamos un alto el fuego en la Franja de Gaza y una desescalada en Cisjordania para que todos los niños y niñas puedan regresar a las aulas y que las escuelas dañadas puedan ser reconstruidas", ha añadido Khodr.