La cifra promedio de niñas y niños fallecidos en el Líbano a diario esta semana es más del doble que el registrado durante el devastador conflicto que sacudió al país en 2006.
Se calcula que 400 niñas y niños, unos 12 al día, murieron durante los 33 días que duró el conflicto[1] de 2006. Esta vez, 50 niños y niñas han muerto en un lapso de dos días (el lunes y el martes de esta semana), según el Ministerio de Salud Pública libanés. El ministerio también espera que haya más niños enterrados bajo los escombros de los edificios destruidos en todo el país.
La escalada de los últimos días ha matado y herido a miles de personas, ha provocado desplazamientos masivos, ha causado grandes daños en las infraestructuras y ha infundido un miedo inimaginable en la vida cotidiana de la población de todo el país.
"A medida que avanza la semana, la devastación crece, acumulando tragedia sobre tragedia", ha dicho Edouard Beigbeder, representante de UNICEF en el Líbano. "Los ataques están matando e hiriendo a niños y niñas a un ritmo aterrador que imposibilita cualquier tipo de sensación de seguridad", ha añadido.
Esta escalada se suma a la ya frágil situación de decenas de miles de familias libanesas. El país se ha visto afectado por una serie de crisis superpuestas en los últimos años, como la explosión del puerto de Beirut, el impacto de la pandemia de COVID-19 y el quinto año de un colapso económico paralizante que ha disparado los índices de pobreza.
Una encuesta realizada por UNICEF en Líbano en noviembre de 2023 reveló que más de 8 de cada 10 hogares habían tenido que pedir dinero prestado o comprar a crédito para adquirir artículos de primera necesidad, lo que suponía un aumento de 16 puntos porcentuales en seis meses. La misma encuesta reveló que en la Gobernación del Sur, el 46% de los hogares afirmaba que sus hijos sentían ansiedad y el 29% estaban deprimidos.
Se calcula que sólo en las últimas 72 horas cientos de miles de personas se han desplazado a comunidades de acogida y más de 70.000 a refugios, según la Unidad de Gestión de Riesgos de Desastre del Líbano. Antes de las intensas operaciones militares de esta semana, más de 111.000 personas, entre ellas más de 39.000 niños y niñas, ya habían sido desplazadas de pueblos y ciudades del sur del Líbano. Lo más probable es que ahora tengan que desplazarse por segunda vez.
Las infraestructuras civiles han sufrido graves daños esta semana, entre ellas las estaciones de bombeo de agua construidas o rehabilitadas por UNICEF en las gobernaciones de Bekaa y Sur, dejando a 30.000 personas sin acceso a agua potable.
En respuesta al rápido deterioro de la situación, UNICEF, en colaboración con el gobierno de Líbano, está proporcionando suministros esenciales. Entre ellos se incluyen miles de botellas de agua potable, kits de higiene, material educativo y recreativo para los niños, mantas y sacos de dormir, artículos de higiene personal para mujeres y niñas, así como suministros de nutrición, que abarcan desde suplementos hasta alimentos para bebés. Además, UNICEF está brindando apoyo psicosocial, incluidos servicios de protección infantil, educación y actividades recreativas en muchos refugios.
UNICEF ha iniciado urgentemente reparaciones esenciales en instalaciones de agua y saneamiento, ha enviado 20 unidades sanitarias móviles para proporcionar atención médica y vacunas, y ha entregado 100 toneladas de suministros médicos de emergencia a los hospitales que se enfrentan a graves carencias y desabastecimiento. En los próximos días llegarán al Líbano otras 25 toneladas de suministros y se están adquiriendo 53 toneladas.
"Líbano, que ya estaba al borde del abismo, ha pasado de la crisis a la catástrofe. El sufrimiento de las niñas y los niños debe terminar", ha dicho Beigbeder. "La única manera de hacerlo es mediante una desescalada inmediata de las hostilidades. Un conflicto a gran escala tendría un impacto devastador en los 1,3 millones de niños del país".
UNICEF hace un llamamiento urgente a todas las partes para que cumplan sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y garanticen la protección de la población, incluyendo trabajadores humanitarios y personal médico. Esto incluye facilitar el tránsito seguro de los civiles que buscan seguridad.
UNICEF mantiene su compromiso de responder a las crecientes necesidades. La organización necesita 39 millones de dólares (unos 35 millones de euros) para poner en marcha su plan de respuesta al conflicto durante este año, pero hasta la fecha sólo ha recibido 7,6 millones de dólares (6,8 millones de euros). Se necesitan urgentemente más fondos para apoyar a los niños del Líbano durante esta dramática escalada.