Cerca de dos millones de niños y niñas que sufren emaciación grave, también conocida como desnutrición aguda grave, corren el riesgo de morir debido a la escasez de fondos para el suministro de alimentos terapéuticos listos para el consumo (RUTF, por sus siglas en inglés) que salvan vidas, ha advertido hoy UNICEF.
Los niveles de emaciación grave en niños y niñas menores de cinco años siguen siendo muy altos en varios países, debido a los conflictos, las crisis económicas y las crisis climáticas.
"En los últimos dos años, una respuesta mundial sin precedentes ha permitido ampliar los programas de nutrición para contener la emaciación infantil y la mortalidad asociada a ella en países gravemente afectados por conflictos armados, crisis climáticas y económicas, y la consiguiente crisis de nutrición materna e infantil", ha afirmado Víctor Aguayo, director de nutrición infantil y desarrollo de UNICEF. "Pero es necesario actuar urgentemente ahora para salvar las vidas de casi dos millones de niños y niñas que luchan contra este asesino silencioso".
Se calcula que la escasez de fondos para alimentos terapéuticos listos para el consumo está dejando a casi dos millones de niños y niñas en riesgo de no recibir tratamiento en los 12 países más afectados. En Malí, Nigeria, Níger y Chad ya se han agotado las existencias de alimentos terapéuticos listos para el consumo o lo harán de forma inminente, mientras que Camerún, Pakistán, Sudán, Madagascar, Sudán del Sur, Kenia, la República Democrática del Congo y Uganda podrían quedarse sin existencias a mediados de 2025.
La situación en la región africana del Sahel se ve agravada por sequías prolongadas, inundaciones y precipitaciones irregulares. Estas condiciones provocan escasez de alimentos y precios elevados, lo que se traduce en mayores niveles de emaciación grave.
Por ejemplo, en Malí, se espera que más de 300.000 niños y niñas menores de cinco años sufran emaciación grave en 2024, dado que los programas de nutrición empezaron a quedarse sin suministros de alimentos terapéuticos listos para el consumo a finales de julio, lo que significa que los niños y las niñas no recibirán el tratamiento que necesitan urgentemente.
En Chad, el gobierno declaró una emergencia alimentaria y nutricional en febrero. Se prevé que más de 500.000 niños y niñas menores de cinco años sufran emaciación grave este año, y las provincias con grandes poblaciones de refugiados se ven especialmente afectadas. Alrededor de 315.000 niños y niñas recibieron tratamiento por emaciación grave entre enero y agosto. Mientras la necesidad de alimentos terapéuticos listos para el consumo sigue siendo urgente, se prevé que el país se quede sin existencias a finales de este mes.
UNICEF hace un llamamiento por 152 millones de euros (165 millones de dólares estadounidenses) en una actualización de la campaña "No es hora de desperdiciar 2024" y un llamamiento a la acción urgente, para financiar la alimentación terapéutica, el tratamiento y la atención de los dos millones de niños y niñas en riesgo de muerte debido a la escasez crítica de alimentos terapéuticos listos para el consumo.
Desde que "No hay tiempo que perder" –un plan de aceleración para responder a la crisis alimentaria y nutricional mundial– se puso en marcha en 2022, UNICEF ha recaudado más de 825 millones de euros (900 millones de dólares estadounidenses) para ampliar los programas, servicios y suministros para la prevención temprana, la detección y el tratamiento de la emaciación infantil. En ese tiempo, 21,5 millones de niños, niñas y mujeres recibieron servicios esenciales para la prevención temprana de la emaciación infantil, 46 millones de niños y niñas fueron atendidos con servicios de detección temprana y 5,6 millones de niños y niñas fueron atendidos con tratamientos que salvan vidas.
Para hacer frente a la desnutrición infantil grave a largo plazo, UNICEF puso en marcha el año pasado el Fondo para la Nutrición Infantil, con el apoyo de la Oficina de Asuntos Exteriores, Commonwealth y Desarrollo del Reino Unido, la Fundación Bill y Melinda Gates y la Children's Investment Fund Foundation.
Uno de los objetivos del Fondo para la Nutrición Infantil, mecanismo de financiación multialiado dirigido por UNICEF, es apoyar la producción local y regional de primeros alimentos –alimentos enriquecidos, suplementos alimentarios y alimentos terapéuticos listos para el consumo para niños y niñas– en zonas con altos niveles de desnutrición infantil, para evitar las interrupciones de la cadena de suministro mundial, reducir el impacto medioambiental del transporte e impulsar las oportunidades de empleo y el crecimiento económico en las comunidades. Una vez implementado en su totalidad, el Fondo para la Nutrición Infantil ayudará a aislar a los países de la escasez de financiación y las fluctuaciones de la demanda que actualmente provocan parte de la creciente escasez de alimentos terapéuticos listos para el consumo.
Los niños y las niñas que padecen emaciación, causada por la falta de alimentos nutritivos y seguros y por repetidos brotes de enfermedades, están peligrosamente delgados y su sistema inmunitario está debilitado, lo que les hace vulnerables al retraso del crecimiento, el desarrollo deficiente y la muerte.
"UNICEF ha advertido en repetidas ocasiones que, sin estrategias de prevención sostenibles y una financiación sostenida, se producirían desabastecimientos de alimentos terapéuticos listos para el consumo en varios países, siendo el Sahel el más afectado por la escasez de fondos", ha añadido Aguayo. "Ahora estamos viendo que eso está ocurriendo. La financiación de este llamamiento complementaría las recientes contribuciones para sostener la producción y disponibilidad de alimentos terapéuticos listos para el consumo, incluso de fabricantes del sur global."