Unos 40.000 niños y niñas necesitan ayuda humanitaria tras el devastador terremoto de 7,3 grados de magnitud en la escala de Richter que sacudió Vanuatu ayer, al que siguieron varias importantes réplicas.
Según las autoridades, hasta el momento se han registrado 14 muertes y más de 200 heridos. UNICEF ya ha entregado botiquines de primeros auxilios y tiendas de campaña para apoyar la continuidad de los servicios sanitarios esenciales. UNICEF también está proporcionando agua potable a los centros de atención sanitaria.
Muchos edificios, incluidos hospitales, han sufrido daños. Con los deslizamientos de tierra ocurridos en toda la isla, también hay carreteras y puentes clave que conectan el aeropuerto y el puerto marítimo principal que han quedado gravemente afectadas. Además, las redes de telecomunicaciones en la mayoría de las zonas están inactivas o funcionan de forma intermitente.
"La prioridad inmediata es llegar a los niños y las familias con el apoyo vital que necesitan. UNICEF está en el terreno, trabajando con el Gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y otros aliados humanitarios para apoyar los esfuerzos de respuesta", ha indicado el jefe de la Oficina de Campo de UNICEF en Vanuatu, Eric Durpaire.
A medida que se confirmen las necesidades, UNICEF seguirá apoyando a los niños y las familias con intervenciones que salvan vidas, que incluyen el restablecimiento del suministro de agua y la distribución de suministros críticos, y la movilización de aliados para proporcionar acceso a agua potable y servicios de higiene, nutrición y salud, educación, protección infantil y protección social.