El Consell de Govern de Illes Balears ha aprobado hoy, en una sesión extraordinaria, un acuerdo para eliminar el pasaporte COVID (la acreditación documental de estar vacunado, o bien haber sufrido la enfermedad dentro de los seis meses anteriores o de haberse sometido con resultado negativo a una PDIA entre las 48 y las 72 horas anteriores) para acceder a los diferentes ámbitos económicos, culturales y deportivos que se recogían en el marco de las medidas extraordinarias aprobadas el 29 de noviembre pasado. También se elimina este requisito para poder acceder al régimen de visitas y salidas en los servicios sociales de tipo residencial, viviendas supervisadas para gente mayor, personas en situación de dependencia y personas con discapacidad. En cambio, se mantiene para los trabajadores de los centros sociosanitarios y sanitarios. Se trata de un acuerdo que entrará en vigor mañana sábado cuando se publique en el Boletín Oficial de las Illes Balears.
El Consell de Govern estableció el 8 de octubre el acceso con certificado COVID en los locales considerados como discotecas. Más adelante, en el Acuerdo de 29 de noviembre, se añadieron otros ámbitos, en función del nivel de alerta sanitaria, hasta llegar a aplicarse a los principales establecimientos de acceso público, como por ejemplo los locales de ocio, restauración, cines, gimnasios o la participación en competiciones deportivas, entre otros espacios.
El Govern de Illes Balears considera que la aplicación ha sido útil en los últimos meses para contener y suavizar el impacto de la sexta oleada de la COVID-19 en las Illes Balears. Especialmente destacado ha sido el impulso que se ha dado a la vacunación contra el SARS-CoV-2, puesto que durante el plazo en que ha estado en vigor más de 44.000 personas mayores de 12 años han optado para recibir al menos una dosis para paliar los efectos de la enfermedad. Así mismo, la comunidad, pese al fuerte impacto que ha causado la variante ómicron —más transmisible que su predecesora delta—, ha estado mayoritariamente por debajo de la media española en cuanto a la incidencia acumulada, tanto a 14 como 7 días.
Además, de acuerdo con el último informe elaborado por el Servicio balear de Epidemiología, el impacto de la sexta oleada también ha sido más suave en términos proporcionales de hospitalización y defunciones que oleadas anteriores. En el caso de los mayores de 64 años, de los 9.621 casos diagnosticados desde el 19 de octubre hasta el momento de la elaboración del informe, un 7,3% requirió hospitalización en planta, un 0,68% a UCI y un 1,18% murió a causa de la enfermedad. En la oleada anterior, entre el 18 de junio y el 18 de octubre de 2021 (2.592 casos en mayores de 64 años), el impacto era prácticamente cinco veces superior en el caso de los ingresos en la UCI (3,1%) y defunciones (5,2%), y tres veces más elevado en el supuesto de los casos que necesitaron ingresar en planta (20,8%).