La 15K Formentera Night Run no solo nacerá con el deseo de fomentar el deporte y los hábitos de vida saludables en la isla. También quiere servir de vehículo para salvaguardar el entorno natural de Formentera a lo largo y ancho de la isla… y bajo el agua del propio Mar Mediterráneo.
Así, la prueba que se celebrará el próximo 5 de octubre anuncia una nueva alianza, en esta ocasión con Save Posidonia Project, una iniciativa del Consell Insular de la isla de Formentera a fin de promocionar el turismo sostenible y lanzar un plan de acción para la conservación de la posidonia oceánica, planta marítima de vital importancia para el futuro de la isla.
La organización ha formalizado una donación y, además, ofrece a los participantes la opción de hacer donativos individuales durante su proceso de inscripción.
Nacido en el año 2017, Save Posidonia Project ha logrado apadrinar más de 130.000 metros cuadrados de posidonia en el entorno marítimo de Formentera, una acción que también ha logrado trasladar al ámbito internacional la necesidad de proteger los recursos naturales, aunque estos se encuentren bajo las profundidades del mar.
De este modo, la 15K Formentera Night Run reafirma su compromiso con la sostenibilidad y el Medio Ambiente, sirviendo como altavoz y herramienta para el micromecenazgo de esta asociación.
La Posidonia es Patrimonio de la Humanidad Submarino
Y es que la posidonia oceánica es la principal responsable del color turquesa de las aguas de Ibiza y Formentera. Se trata de una planta marina, que no alga, endémica del Mediterráneo, es decir, sólo crece aquí y por eso tiene una importancia fundamental en su ecosistema marino-playa-duna.
Así, las praderas de posidonia se encargan de fijar el CO2 a la vez que producen oxígeno y protegen el litoral arenoso contra la erosión. En 1999 la pradera del Parque Natural de las Salinas de Ibiza y Formentera fue declarado Patrimonio de la Humanidad dada la gran importancia que estas formaciones tienen para el medio ambiente la biodiversidad de la zona. Y es que la posidonia, además de proteger las costas, también combate el cambio climático y la formación de sedimentos. En la actualidad esta planta submarina se encuentra gravemente amenazada por actividades como el fondeo, la polución y los vertidos o la pesca.