Mallorca es uno de los sitios más elegidos por el turismo nacional e internacional gracias a sus imperdibles playas, su excelente clima, sus rutas de senderismo y, especialmente, sus pueblos históricos, que ofrecen una perfecta combinación de ocio, historia y belleza. Para que no pierdas tiempo, elegimos los cinco mejores para ti:
Alcúdia
El prestigioso diario inglés "The Times" lo llamó "el segundo pueblo más bonito de España" y no ahorró elogios a la hora de definirlo: "un bastión de paz con un anfiteatro romano, barrios medievales y una sofisticada cultura de tapas, todo ello encerrado entre gruesas murallas almenadas". Mención aparte merecen sus playas, que cada año son visitadas por miles de turistas que practican toda clase de deportes, desde el tradicional windsurf al atrevido ala delta. Detalle fundamental: durante el verano se realizan conciertos y funciones teatrales gratuitas al aire libre.
Valldemossa
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, este pueblo, rodeado de imponentes montañas, es uno de los destinos más elegidos de Mallorca gracias a su rica historia cultural. La mayor atracción del lugar es la Cartuja de Valldemosa, donde vivieron el compositor polaco Frédéric Chopin y su pareja, la escritora francesa George Sand, durante el invierno de 1838-1839. Otros puntos de interés son la casa natal de Santa Catalina Thomas, la religiosa más venerada de Mallorca, beatificada en 1792; y el Palacio del Rey Sancho. Valldemossa además tiene un pequeño y atractivo puerto, conocido como Sa Marina, y una playa de aguas cristalinas, perfecta para disfrutar en familia.
Valldemossa
Deià
Esta localidad cuenta con innumerables atractivos, comenzando por su arquitectura, que supo adaptarse a la peculiaridad del terreno, usando las piedras que caracterizan a toda la región para construir sus calles y viviendas. Aquí vivió, durante décadas, el poeta y novelista inglés Robert Graves, disfrutando de la paz del lugar para escribir "Yo, Claudio", su novela más famosa. Tras su muerte, su casa se convirtió en un museo que recibe visitas de sus admiradores de todo el mundo. Otro clásico de la localidad es el "Festival internacional de música", un evento donde brillan artistas de primer nivel como Richard Korn, Armen Babakhanian, Zuill Bailey y Wei Yi Yang. El pueblo además cuenta con 5 kilómetros de costa y su playa, Cala Deià, es una de las más populares de la zona gracias a su impresionante vista del mar Mediterráneo.
Sóller
Su nombre procede de la palabra árabe "suliar", que significa cuenco dorado, en referencia al valle de naranjos que rodea a la localidad. La Plaza de la Constitución es el corazón de Sóller y destaca por su ágora central de piedra rosada. Por allí transita el tranvía eléctrico que recorre los 5 kilómetros que permiten llegar al puerto, un excelente lugar para contratar una excursión marítima hasta Sa Calobra, Torrent de Pareis y Cala Tuent, o disfrutar la Playa de Través, de arena fina y dorada, en cuyas inmediaciones hay bares y restaurantes.
Artà
Este encantador pueblo, distinguido con el sello internacional Cittaslow, se caracteriza por sus calles empedradas, sus casas de estilo isleño, y el colorido mercado que se realiza cada martes en la Plaza del Conquistador, donde se venden toda clase de alimentos y excelentes productos artesanales. En la calle Antoni Blanes, el Museo de Sa Rondaia está dedicado a la artesanía mallorquina y a los cuentos tradicionales de la isla, conocidos como rondallas. Ahí pueden contemplarse a brujas, hadas y demonios fabricados en cartón piedra por el escultor local Pere Pujol. Otros sitios imperdibles son el santuario fortificado de San Salvador, que guarda una talla de la Virgen María de estilo románico; el yacimiento arqueológico de Ses Païsses, un recinto con restos de antiguas casas ubicado en un bosque de encinas; y la impactante necrópolis de Son Real.