El pasado domingo, 31 de marzo, se abrió de manera general la temporada de pesca de trucha para los casi 7.500 pescadores con licencia de La Rioja, mientras que para los tramos de montaña los pescadores tendrán que esperar hasta el primer domingo de abril y en algunos casos hasta el 1 de mayo.
Las expectativas son de una campaña favorable, pues los inventarios piscícolas realizados el pasado otoño han sido propicios en tramos medios y de montaña, e indican buenas poblaciones de trucha.
Las novedades más importantes en el ámbito legal son las relativas a la pesca de especies exóticas invasoras; en concreto de la carpa y 'black bass', que por primera vez podrán pescarse en la modalidad de captura y suelta en todas las aguas calificadas de ciprínidos, es decir, río Ebro y balsas del Valle, así como algunos pequeños tramos de afluentes del Ebro en el valle.
De este modo, esta medida incluida ya en el marco nacional normativo en materia de biodiversidad, fomenta la modalidad de 'carpfishing', muy extendida y muy técnica, con cada vez mayor número de adeptos que buscan espacios donde practicar este estilo que lleva implícita la suelta de los ejemplares capturados.
Como novedad también se presenta la posibilidad de sacrificar los ejemplares de cangrejos exóticos en el momento de la retirada del tramo de pesca y no el sacrificio inmediato tras su captura. Esto va a fomentar una mayor presión sobre los tramos fluviales cada vez más invadidos de estos invertebrados y que sólo es posible controlar mediante una pesca más intensiva, que sin duda esta nueva opción va a fomentar.
Otras modificaciones incluyen la prohibición de todas las masillas aromáticas en aguas trucheras, la rotación habitual de ciertos vedados temporales que pasan a ser tramos libres y viceversa; y de nuevo y ya desde 2023 se incluye la prohibición que deriva de la Ley de pesca de portar cebos-aparejos no autorizados en espacios dedicados a la pesca sin muerte o en días exclusivamente autorizados sólo para pesca sin muerte.
Próxima apertura del Aula de interpretación del Centro de Brieva de Cameros
En cuanto a los sectores de los tramos medios y bajos, donde las afecciones son más notorias, muestran poblaciones desiguales incluso débiles en algunos sectores, reforzadas las últimas semanas con ejemplares de trucha común autóctona adulta, procedentes de los programas de cría en cautividad desarrollados en el Centro Ictiológico de Brieva de Cameros. Este centro abrirá próximamente al público su aula de interpretación, a través de la oferta de Educación Ambiental, para dar a conocer las actividades que allí se desarrollan desde hace más de 20 años.
Cerca de 25.000 unidades de talla pescable, repartidas por unos 200 kilómetros de tramos medios y bajos de nuestros ríos, sometidos muchos de ellos a fuerte presión, se suman al esfuerzo principal en repoblaciones que cada otoño se realiza en estos tramos con jaramugos y añales.
Las afecciones que sufren nuestros ríos principales, y, muy especialmente, la inversión del régimen natural de caudales que supone la gestión de los embalses, provoca pérdidas de productividad en nuestras poblaciones trucheras, afectando especialmente a alevines y juveniles.
Estas pérdidas quedan mitigadas por las sueltas periódicas que se efectúan con ejemplares de estas edades en los momentos en los que su posibilidad de desarrollo y adaptación es más elevada, es decir, a finales de verano y principios de otoño, cuando los ríos vuelven a su estado natural tras los períodos de aportaciones intensas para riegos en el valle.
El importante impulso de la gestión intensiva en los cotos de El Villar, La Grajera, Anguciana, el exitoso coto de Arnedo, ahora cerrado por cuestiones de caudal, además del embalse de González Lacasa, todos ellos repoblados con trucha arcoíris estéril, realizan una labor fundamental de descarga de presión de pesca en los ríos, ofreciendo un formato de pesca diferente, más exitoso, en lugares muy idóneos para iniciar la actividad con pescadores noveles.
En ellos se desarrollan además interesantes labores formativas gratuitas, especialmente dirigidas a menores a cargo de monitores especializados, organizadas por la Federación Riojana de Pesca y financiadas por el Gobierno de La Rioja a través de un Convenio de colaboración en materia formativa y de fomento de la pesca.
Finalmente, es importante recordar la importancia de cumplir con la normativa vigente (Orden AGM/2/2024 publicada a principios de enero) que establece los cupos, cebos y condiciones para cada zona y río; condiciones que pueden parecer complejas, pero necesarias siempre para asegurar que el aprovechamiento de este recurso se realiza de manera adecuada, con técnicas poco lesivas, y con criterios de sostenibilidad, asegurando su disfrute y, sobre todo, asegurando su persistencia a largo plazo.