El director general de Calidad Ambiental, Cambio Climático y Agua, José María Infante, ha presentado hoy, 24 de junio, los resultados de la Evaluación de Calidad del Aire de La Rioja donde se confirman las tendencias observadas durante la evaluación de la calidad del aire realizada en el año 2022, con ligeras mejoras en líneas generales en 2023. "El 92% del tiempo la calidad del aire en La Rioja ha sido bueno o razonablemente bueno", ha asegurado.
Esta evaluación establece que se cumplieron los objetivos de la calidad del aire, donde no se superaron ningún valor límite ni de ningún valor objetivo establecido para la protección de la salud o la vegetación en ninguno de los siete contaminantes atmosféricos analizados, con la excepción de algunas superaciones puntuales de los objetivos a largo plazo de ozono (O3). "Es vital conocer la calidad del aire, sobre todo cuando cada día inhalamos 14 kilos de aire", ha apuntado.
En este sentido, José María Infante ha apuntado que "la calidad del aire de La Rioja se consolida como buena para nuestra salud y para la protección de nuestros ecosistemas con unos umbrales bastante bajos en prácticamente en todos los contaminantes".
Un año más la calidad del aire ha estado influenciada por los episodios de intrusiones saharianas. El director general de Calidad Ambiental, Cambio Climático y Agua ha incidido en que "dos de cada tres veces que calidad del aire de La Rioja ha sido regular o mala se han debido a polvo procedente del Sáhara".
Junto con el cambio climático, la contaminación del aire constituye una de las mayores amenazas ambientales para la salud humana. En concreto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó en 2022 que 7 millones de fallecimientos anuales en el mundo pueden ser atribuibles a la contaminación atmosférica, además de provocar la pérdida de otros tantos millones de años de vida saludable.
El seguimiento de la calidad del aire se ha realizado mediante la medición en continuo de los principales contaminantes atmosféricos desde cinco estaciones de vigilancia (Logroño, Arrúbal, Pradejón, Alfaro y Galilea) que conforman la Red de Vigilancia de la Calidad del Aire de La Rioja.
Los datos de concentración de contaminantes son validados manualmente por los técnicos en el centro de gestión de información de calidad del aire ubicado en la Dirección General de Calidad Ambiental, Cambio Climático y Agua, desde donde se transmiten al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico prácticamente en tiempo real.
A su vez, el Ministerio los remite a la Comisión Europea para su puesta a disposición de los ciudadanos y a otros organismos como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) o el Barcelona Supercomputing Center (BSC). Igualmente, los datos temporales sobre los niveles de concentración de los contaminantes son puestos a disposición pública a través de la página web del Gobierno de La Rioja.
Evaluación de la calidad del aire en La Rioja
En lo que respecta a los valores límite de protección de la salud, la memoria reseña que en la aglomeración urbana se han mantenido los niveles de dióxido de azufre (SO2), mientras que en la zona rural apenas hay variación también se mantienen unos niveles por debajo del umbral de evaluación inferior y sin apenas variaciones sustanciales con respecto al año anterior. La situación respecto al Índice de Calidad del Aire ha sido buena todo el tiempo del año en lo que respecta a este contaminante.
Sobre las concentraciones relativas a los óxidos de nitrógeno siguen en una situación de cumplimiento, con el 94% del tiempo en buen estado y un 5,99% en un estado razonablemente bueno. No obstante, mientras que en la zona rural las concentraciones han mejorado en la aglomeración urbana los niveles medios se han incrementado ligeramente (+6%) continuando con las tendencias de los últimos años.
Los valores obtenidos para las partículas más finas y también más perjudiciales (PM 2,5) se han mantenido muy lejos de superar los valores límite anuales actuales. En cuanto al monóxido de carbono, los valores presentados en la memoria se encuentran muy lejos del valor límite (10 mg/m3) manteniéndose en unos umbrales estables con respecto años anteriores o en ligero descenso en la zona urbana.
Tanto en 2022 como en 2023, la situación en la aglomeración urbana sobre el contaminante benzeno ha sido muy buena, ya que los niveles se encuentran por debajo incluso de los umbrales de evaluación anterior.
Por último, con los datos obtenidos en la estación de Galilea sobre los valores límite de protección de la vegetación, en comparación con los resultados obtenidos del año 2022, se aprecia que los valores de dióxido de azufre se han mantenido estables, los de dióxido de nitrógeno (NO2) han experimentado un ligero descenso respecto al año anterior y la situación del ozono (O3) ha mejorado en 2023, de forma que no se produjeron superaciones de este umbral frente a las dos del año anterior.