El Ayuntamiento de Málaga, a través de la Empresa Municipal de Aguas (Emasa), tiene en marcha varias líneas de actuación ante la situación de escasez grave y excepcional sequía declarada para el Sistema Guadalhorce-Limonero. Junto a las medidas que se vienen adoptando para reducir el consumo como la rebaja gradual de la presión del agua que se inyecta en las redes de toda la ciudad, el plan de choque de reparación de conducciones para reducir las pérdidas, el control de los grandes consumidores para detectar posibles fugas en canalizaciones interiores o la extensión del recurso procedente del freático para riego de zonas verdes y limpieza viaria, también se está avanzando, con el respaldo de la Junta de Andalucía, en la puesta a disposición a todo el sistema de aportes alternativos a los embalses mediante un mayor aprovechamiento de pozos del Bajo Guadalhorce o la potenciación del uso de aguas regeneradas.
La concejala delegada de Sostenibilidad Medioambiental, Penélope Gómez, ha informado hoy sobre el estado de estos proyectos, que vienen amparados en los decretos de la Junta de Andalucía de medidas urgentes destinadas a paliar los efectos de la sequía. Además, la edil ha vuelto a pedir a los ciudadanos su colaboración y esfuerzo para moderar el uso de agua ante esta situación de emergencia. En este sentido, también ha instado a la ciudadanía a cumplir el bando municipal que desde el pasado 16 de noviembre prohíbe el uso de agua potable para baldeo, riego de zonas verdes públicas y privadas, lavado de coches fuera de establecimientos autorizados o llenado de piscinas privadas.
Sobre las aguas subterráneas del entorno del Bajo Guadalhorce, Emasa ha ido activando de forma progresiva desde junio de 2023 los pozos de Aljaima y Fahala, los cuales vienen aportando hasta 3 Hm3 anuales al abastecimiento urbano, que junto al incremento en hasta 2 Hm3 del agua superficial del río Guadalhorce a través del mayor aprovechamiento del azud de Aljaima está permitiendo captar menos recursos de las reservas de los embalses. Mientras la Junta de Andalucía avanza en la recuperación de más pozos del acuífero en Aljaima (cuando estén todos operativos podrían aportar unos 400 litros por segundo), por parte de Emasa se está colaborando en la recuperación y puesta en servicio de una serie de pozos de titularidad municipal situados a ambas márgenes del tramo final del río que, según las primeras estimaciones, podrían aportar unos 800 litros por segundo (25 Hm3 anuales), aunque los resultados dependerán de las condiciones en las que se encuentren los acuíferos y del aforo de los mismos para determinar qué volumen se puede extraer. A modo de referencia, el suministro de Emasa a todos sus clientes es de unos 1.500 litros por segundo (47 Hm3 anuales).
Primeros pozos
Los primeros en ponerse en marcha serían los de Perales y Puente del Rey, ubicados en el entorno del aeropuerto y que en anteriores periodos de sequía han proporcionado un caudal importante a la ciudad de Málaga. Además, ante un hipotético empeoramiento de la situación también se contemplan otros pozos del entorno como los de San Isidro (bajo de la segunda pista del aeropuerto), Intelhorce (margen izquierda del río), Amoniaco (norte del aeródromo) o los de las Fincas Marín y el Patillo (zona del arroyo Bienquerido). En su conjunto, se estima un caudal de 800 litros por segundo con esta actuación, que viene avalada por el informe encargado por Emasa al Centro de Hidrogeología de la Universidad de Málaga.
Una vez se proceda a su aforo para medir el volumen almacenado y se analice la calidad del agua, el siguiente hito para su entrada en servicio será la ejecución de las conducciones necesarias para transportar el agua extraída hasta el depósito existente al norte del aeropuerto y, desde ahí, hasta las canalizaciones que conectan con la red principal hasta la estación potabilizadora de El Atabal. Esta obra ha sido incluida en el cuarto decreto de sequía aprobado por la Junta de Andalucía (Decreto-ley 2/2024, de 29 de enero), supondrá una inversión de unos 15,5 millones de euros (IVA incluido) financiados por la Administración autonómica y tendrá un plazo de ejecución de seis meses. Emasa ya ha redactado y entregado la memoria valorada que servirá de base para la contratación de las obras.
Para garantizar la calidad del agua, la sociedad municipal dependiente del Área de Sostenibilidad Medioambiental tiene en proyecto la mejora de las instalaciones de ozonización de la desalobradora de El Atabal para facilitar la degradación de posibles compuestos orgánicos procedentes del agua de pozos.
Aguas regeneradas
En paralelo, el cuarto decreto de sequía también contempla como actuación prioritaria la ampliación de la capacidad del sistema de tratamiento terciario de la depuradora del Guadalhorce hasta la totalidad del caudal que la planta soporta. De esta forma, se pretende que los 150.000 metros cúbicos de aguas residuales que recibe cada día puedan ser regenerados y aprovechados en los distintos usos que permite la legislación, incluido el agrícola como complemento o sustitución al uso del agua que estos hacen a través de canales o pozos. Emasa está trabajando en la redacción del proyecto básico como paso previo a la ejecución de esta actuación valorada en unos 3,6 millones de euros, a la que habría que sumar la ejecución de las conducciones necesarias.
Entretanto, el Ayuntamiento está ultimando los trámites y las autorizaciones necesarias para desarrollar una prueba piloto consistente en evacuar al cauce del río Campanillas, en su confluencia con el Guadalhorce, un volumen de hasta 20.000 m3 diarios de aguas regeneradas producidas en la EDAR Guadalhorce, con el objeto de contribuir a la mejora ambiental del cauce bajo del río. El coste estimado de las obras es de 181.500 euros, dado que se aprovecharían el actual sistema terciario, la estación de bombeo y la tubería de impulsión. Esta prueba piloto contará además con el correspondiente plan de control del medio.
Por último, Emasa está estudiando la ejecución de una nueva tubería de agua regenerada desde la EDAR Guadalhorce hasta el Campamento Benítez con objeto de suministrar agua para riego a todas las zonas verdes de la zona baja del distrito Churriana, lo que permitiría preservar las aguas del acuífero para el suministro de agua potable.
Regulación de presiones
Estas acciones consistentes en la búsqueda de nuevos recursos hídricos alternativos a los embalses se suman a otras medidas de ahorro que, en paralelo, viene adoptando Emasa, tales como el plan de choque de reparación de fugas, el control de los grandes consumidores para detectar en tiempo real posibles pérdidas en sus redes interiores o la reducción de forma gradual de la presión del agua que se inyecta en las redes de toda la ciudad (más información en https://www.malaga.eu/el-ayuntamiento/notas-de-prensa/detalle-de-la-nota-de-prensa/index.html?id=170113).
Esta regulación, que se lleva a cabo en horas valle y de menor demanda, principalmente de noche, comenzó a aplicarse en algunas zonas donde la presión es mayor y las viviendas tienen menos altura (a más presión en las tuberías, mayor potencialidad de cantidad de agua fugada) obteniéndose una minoración de las pérdidas que llegan incluso al 50%. En base a estos resultados, se irá extendiendo progresivamente a la práctica totalidad del centenar de sectores en la que está estructurada la ciudad con la previsión de completar el plan en un plazo aproximado de tres meses y la estimación de que se podría reducir el consumo en torno a un 20%.
Actualmente, esta medida ya ha sido implantada en la franja litoral de Pedregalejo y El Palo (desde Baños del Carmen hasta Playa Virginia), el parque empresarial Guadalhorce o La Palmilla, mientras esta misma semana está previsto que se amplíe a otros sectores como Campanillas, Santa Rosalía-Maqueda, Guadalmar, entorno de Plaza Mayor, Churriana, Cortijo de Mazas, El Olivar, La Araña, La Princesa, Huelin, La Isla, la zona de Héroe de Sostoa, Tabacalera, Carril de la Chupa, San Carlos y Torre del Río. Por tanto, desde Emasa se insta a aquellos vecinos que noten alguna incidencia sin que esta medida haya sido aún implantada aún en su zona a que revisen sus instalaciones interiores.
Sobre esta regulación, la edil ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía, explicando que se trata de un sistema muy preciso, automático y que se maneja de manera remota, por lo que la presión se puede ir ajustando en función de las necesidades para minimizar las molestias. En este sentido, Gómez también ha resaltado que afectará a todos por igual, siempre buscando el mayor ahorro con la menor molestia y que, conforme se vayan poniendo en marcha, la mayor parte de los vecinos apenas notarán esa menor presión, aunque puede que necesiten revisar su instalación, abrir completamente sus llaves de paso o ajustar sus calentadores.
En cualquier caso, sí que ha advertido de que en el supuesto de que la situación se agrave, estas regulaciones podrían ir aumentándose y requerir que algunas comunidades de propietarios pongan en marcha sus grupos de presión. Es necesario aclarar que no se está pidiendo a la ciudadanía que haga nuevas inversiones, ya que todos los edificios con una altura mayor de 4 plantas deben contar con grupo de presión auxiliar para garantizar la presión del agua adecuada en los pisos superiores.