El Museo Casa Natal Picasso ha presentado este viernes la exposición titulada 'Picasso: imágenes cerámicas'. Esta muestra, ubicada en la Sala de Exposiciones Temporales de la Plaza de la Merced, nº 13, ofrece una mirada a la prolífica incursión de Pablo Picasso en el mundo de la cerámica. Abierta al público hasta el 6 de octubre, con el patrocinio de Fundación "la Caixa", destaca la fusión de tradición, innovación y expresión artística que caracteriza esta faceta menos conocida pero igualmente brillante del artista malagueño.
La exposición, comisariada por Salvador Haro y Harald Theil, ofrece una inmersión en la relación de Picasso con la cerámica, desde sus primeros experimentos hasta sus obras maestras. Así se ha dado a conocer en el acto de presentación de la nueva temporal, que ha contado con la presencia de ambos comisarios; José María Luna, director de la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Pablo Picasso y Otros Equipamientos Museísticos y Culturales; Juan Carlos Barroso, responsable territorial en Andalucía, Ceuta y Melilla de Fundación "la Caixa"; y Antonio Caballero, director de Área de Negocio de CaixaBank en Málaga.
Desde 1947, Picasso se sumergió de lleno en la cerámica en el taller Madoura de Suzanne y Georges Ramié en Vallauris, al sur de Francia, una actividad a la que se dedicó durante veinticinco años, creando más de 3.000 piezas únicas. Durante este período, desarrolló diferentes modos de trabajo. En lugar de considerarla como un arte menor, el artista abrazó la cerámica como un medio para explorar y expandir sus ideas, enriqueciendo sus prácticas artísticas arraigadas en el cubismo y conectándose con las tradiciones ancestrales y populares, así como con los mitos del Mediterráneo.
Únicas y editadas
Uno de los aspectos destacados es la colaboración del artista con la familia Ramié, que facilitó la creación de ediciones limitadas de sus cerámicas. Estas ediciones, aunque accesibles al gran público, son testimonio del meticuloso proceso creativo de Picasso y han contribuido a popularizar su obra, aunque a veces se ha generado confusión entre las piezas únicas y las ediciones. En este sentido, la exposición arroja luz sobre la diferencia entre ambas. Las primeras están hechas o pintadas por la mano de Picasso. Las segundas, lejos de ser meras copias realizadas en gran número, son en realidad cuidadas ediciones de la obra del artista, producidas bajo su supervisión.
En varios momentos, el artista tomó impresiones originales de la línea de producción de sus ediciones para pintar sobre ellas versiones únicas, es decir, variaciones coloreadas de las que no se realizó luego ninguna edición. Se da la paradoja de que estas piezas únicas están marcadas como "édition Picasso" en su reverso, pues fueron creadas con ese propósito antes de que el artista les asignara un nuevo destino.
Desde de las impresiones a partir de matrices bajo forma de pastas blancas hasta las linocerámicas innovadoras, pasando por las cerámicas creadas por estampación de troqueles sobre lastras de arcilla húmeda, la muestra revela la versatilidad y la experimentación constante de Picasso en este medio.
Para un número importante de cerámicas volumétricas, Picasso hizo estudios y dibujos preparatorios creados entre 1946 y 1950, la mayoría de ellos datados por el propio artista. En estos dibujos deconstruye las formas de los recipientes y combina sus diferentes partes con elementos fragmentarios para obtener así nuevas construcciones orgánicas. Esta combinación es efectuada, sin embargo, de tal modo que se preserva el vínculo con el recipiente, pues los diferentes elementos tienen siempre una doble función: encarnan a la vez el tema figurativo, pero indican también la función del recipiente. Los dibujos muestran que el punto de partida es el ánfora griega.
Picasso calificó como "vasijas estructurales" las cerámicas concebidas con dibujos preparatorios, subrayando su proveniencia inicial del torno del alfarero y su cualidad de recipiente potencial, a pesar de su apariencia escultórica.
Motivos
En cuanto a los motivos y temas plasmados por Picasso en cerámica, predominan las representaciones de mujeres, rostros, animales y bodegones. Picasso prefería platos redondos o rectangulares para inscribir en ellos máscaras o rostros, convirtiendo el objeto en sujeto de representación. Ocasionalmente, empleaba la inversión de lo cóncavo y lo convexo, método que evoca las permutaciones cubistas de Picasso.
Entre los animales, destaca la lechuza, símbolo antiguo de la sabiduría, y la cabra, animal emblemático presente en la obra de Picasso. El toro, que le recordaba su país natal, del que se había exiliado voluntariamente, aparece representado a menudo, así como la corrida de toros, con escenas narrativas de las diferentes fases presentadas por el artista con detalle y precisión.
Los peces, introducidos en la obra de Picasso a partir de 1946, los pinta o los graba directamente sobre platos realizados en serie en el taller Madoura, u opta por una representación en relieve, un guiño a la tradición de la cerámica en trampantojo, como los platos fabricados en Málaga en los siglos XIII y XIV, o bien los adornos de los platos en relieve de Bernard Palissy del siglo XVI.
Bienvenida
Con motivo de la apertura de esta exposición, el equipo de Mediación del Museo Casa Natal Picasso ha organizado un programa de bienvenida con entrada gratuita a la muestra durante los días 15 y 16 de junio. El 15 de junio, habrá un encuentro en sala con los comisarios Salvador Haro y Harald Theil a las 11:30 horas (en francés) y una visita guiada con el equipo de mediación a las 19:00 horas. Las inscripciones deben realizarse en la recepción 30 minutos antes y el aforo es limitado. Además, se están preparando unos talleres de cerámica para adultos para el mes de septiembre.