La Empresa Municipal de Aguas (Emasa) retiró durante el año pasado un total de 2.197 toneladas de residuos sólidos procedentes de las aguas residuales de la ciudad, pese a los problemas medioambientales y el mayor coste en los procesos de saneamiento y depuración que genera el vertido de desechos, en su mayoría toallitas higiénicas, por el inodoro. Esta cantidad de residuos trasladados al vertedero supone un 6% menos respecto a las 2.341 contabilizadas en 2023 y constatan la tendencia a la baja que se viene registrando en los últimos años, desde las 3.721 recogidas en 2017. Sin embargo, la mayor parte de este descenso es consecuencia de las medidas e inversiones que Emasa viene implantando para que los residuos salgan más secos y compactos para reducir peso y volumen, de ahí que desde el Ayuntamiento de Málaga se insista en pedir una mayor colaboración ciudadana.
La limpieza y retirada de residuos sólidos en las redes, en las estaciones de bombeo y en las depuradoras, así como el traslado de los mismos al Centro Ambiental de Los Ruices suponen para Emasa un coste anual de 1,9 millones de euros, a los que habría que sumar las inversiones que se llevan a cabo para reducir la presencia de residuos sólidos.

Foto de archivo. (La Noción)
Del total de estas 2.197 toneladas de desechos, el 45,7% se extrajo en las limpiezas periódicas de la red de saneamiento municipal; un 40,3% quedó retenido en los sistemas de tamizado de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) Guadalhorce y Peñón del Cuervo; y un 13,9% se evacuó desde las estaciones de bombeo de aguas residuales (EBAR) operativas en la ciudad que están dotadas de sistemas de retirada de residuos sólidos. En cuanto a los datos de las dos depuradoras (Guadalhorce y Peñón del Cuervo), destacan las 874 toneladas de residuos, frente a las 697 del ejercicio anterior.
Esta acumulación de sólidos en las aguas residuales proviene, en su mayoría, de arrojar al inodoro residuos higiénicos no biodegradables como toallitas, bastoncillos o compresas, lo que podría evitarse con la colaboración ciudadana suprimiendo este tipo de hábitos. La presencia de estos desechos en las redes de saneamiento no es solo perjudicial para el medio ambiente, sino que también afectan a las infraestructuras y equipos que intervienen en la conducción, transporte y proceso del agua residual provocando numerosas averías.
Inversiones y campaña informativa
Para tratar de reducir estos problemas, Emasa ha instalado en los últimos años más tamices en las estaciones de bombeo para retirar la máxima cantidad posible de residuos antes de que lleguen a las depuradoras y minimizar los daños que causan a instalaciones y procesos. Además, tiene en marcha un plan para la instalación de sistemas de desbaste en los puntos de alivio por tormenta, para minimizar las incidencias.
En este sentido, el Ayuntamiento también viene lanzando continuamente mensajes de sensibilización a la ciudadanía, como la campaña '¡Las toallitas, a la papelera siempre!' activa desde el pasado verano inspirada en la imagen de Chiquito de la Calzada (más información en https://www.malaga.eu/el-ayuntamiento/notas-de-prensa/detalle-de-la-nota-de-prensa/index.html?id=168349).
Esta iniciativa responde al compromiso municipal por evitar que las toallitas lleguen a las redes de saneamiento y al mar, para lo que desde el Área de Sostenibilidad Medioambiental también se llevan a cabo acciones de concienciación a través de los centros escolares y universitarios, con asociaciones de vecinos y colectivos que se complementan con visitas a las depuradoras.