Bernardo Quintero, referente internacional en Ciberseguridad y responsable de la llegada del centro de Google a la capital malagueña, forma parte ya del Claustro de la Universidad de Málaga, al ser investido hoy como doctor honoris causa en una ceremonia celebrada en el Paraninfo presidida por el rector, Teodomiro López.
"¿Cómo he llegado hasta aquí? La respuesta es clara: gracias a la educación pública". En su discurso de aceptación, Bernardo Quintero ha sentado cátedra dándole importancia al sistema que le permitió no solo estudiar con beca y emprender su prometedora carrera, sino también atraer la atención de tecnológicas asentadas en Palo Alto y seguir creciendo hasta convertir a Málaga en un lugar pujante en lo que a ciberseguridad se refiere.
Sus afirmaciones no dejan lugar a dudas: "El talento está en todas partes, pero las oportunidades no llegan por igual a todo el mundo". "¿Cuántas historias valiosas se perderían sin una educación accesible y de calidad?". "La educación pública es el mejor ascensor social que existe y también la mejor inversión". Son algunas de las frases que ha desgranado en su discurso: sencillo, emotivo, agradecido y motivador.
Pero antes de salir al escenario del Paraninfo, la ceremonia de investidura ha seguido todos sus pasos protocolarios. Presidida por el rector, Teodomiro López, el honor de ser su padrino ha recaído en el catedrático de Lenguajes y Sistemas de Telecomunicación Javier López. Ambos le han hecho entrega a Quintero de los atributos y símbolos que reconocen sus méritos para ser doctor honoris causa, como el birrete laureado, el Libro de la Ciencia, el anillo, los guantes blancos y la medalla doctoral.
Vinculación con la UMA
Bernardo Quintero Ramírez (Vélez-Málaga, 1973) está muy ligado a la Universidad de Málaga. Con la institución académica lleva el título de Diploma de Experto Universitario en Ingeniería Inversa e Inteligencia del Malware y también montó un Aula de Coworking -sufragada por Google- en la ETSI de Informática. Asimismo, ofrece cada año diez becas exclusivas para mujeres, en línea con el esfuerzo de la Escuela de fomentar las vocaciones tecnológicas femeninas.

En palabras de Quintero, estos son algunos ejemplos de cómo la UMA "nuestra universidad pública, se ha convertido en el socio estratégico más importante para transformar Málaga en un referente internacional en ciberseguridad y en un pilar fundamental para que Google apostara por esta ciudad para la instalación de su Centro de Excelencia en Ciberseguridad para toda Europa".
Trayectoria
Bernardo Quintero fue un niño cuyo futuro escolar, según ha reconocido en su discurso, "no pintaba bien". Extremadamente tímido y callado, cursó la EGB en el colegio público Zona Sur de Vélez. Su expediente mejoró cuando llego al centro una profesora, "la hippy", que vio que ese niño "no tenía problemas de aprendizaje, sino que necesitaba aprender de otra manera".
"No vio problemas, sino un potencial que otros no habían identificado", continúa Quintero, mientras rememora cómo lo descubrió su padre explicándole a la maestra cómo resolver un cubo de Rubik con solo 6 años. "La educación pública es mucho más que acceso gratuito al conocimiento. Es un sistema que, cuando funciona bien, permite que cada estudiante encuentre su lugar", dice el que con 10 años aprendió a programar de forma autodidacta con un ZX Spectrum.
Resultado: matrícula de honor en COU y beca para cursar primero de Informática en la UMA. En las aulas universitarias se topó con el profesor Adolfo del Cid, quien aprovechó el interés de mejorar nota del alumno para que desarrollara un antivirus capaz de eliminar la amenaza que afectaba a todos los ordenadores de la Universidad. "En ese momento -prosigue Quintero- supe, sin ninguna duda, que aquello era lo que quería hacer". Fue su bautizo real en el mundo de la ciberseguridad.
Germen emprendedor
Ahí nació el germen de emprendedor que caracterizó posteriormente su carrera profesional, pues tras la UMA aterrizó en el PTA, donde el también honoris causa de la UMA Felipe Romera le lazó un reto: "Aquí cabemos todos… menos los que no hacen nada". Un razonamiento simple, que implica que el éxito puede surgir desde cualquier lugar. Lo importante es crear un entorno donde las ideas puedan crecer.
Y gracias a esa oportunidad, Hispasec pudo nacer. Fue el trampolín de Virus Total, del 'Caso Google Málaga' y de todo lo que ha llegado después.
Y echando la vista atrás, un recuerdo a su padre, "que, sin ser consciente de ello, me dio la lección más valiosa sobre emprendimiento, esfuerzo y determinación". Pese a que sus consejos para que su hijo fuera funcionario, él, celador del SAS, montó una academia de mecanografía en el salón de su casa, a la que añadió pinceladas de contabilidad, taquigrafía y estenotipia. Quintero ayudaba a gestionar las clases por la mañana -mientras su padre trabajaba- y por la noche estudiaba Bachillerato.
"Sin saberlo, me estaba ofreciendo una auténtica masterclass sobre emprendimiento basada en principios sólidos: la ética del trabajo, la constancia y la capacidad de ver oportunidades donde otros ven problemas. Mirando en retrospectiva, me doy cuenta de que mi historia con la UMA, con Google Málaga y con el ecosistema de ciberseguridad de la ciudad no es tan diferente a aquella pequeña academia de mecanografía en el salón de mi casa", ha indicado.
Además de a su padre, ha mencionado en sus palabras a algunos profesores de la UMA muy importantes en su carrera, con los que trabajó codo con codo cuando su empresa, Virus Total, llegó a oídos de Google y su relación con el gigante tecnológico hizo que se quedara pequeño el chalé de El Candado en el que trabajaban, por lo que recaló en el Edificio de Investigación Ada Byron y estrechó relaciones con profesores como Javier López, Teodomiro López o Manuel Enciso.
El trabajo conjunto y la política de puertas abiertas de la UMA y el centro de Google culmina ahora con el nombramiento de su impulsor como doctor honoris causa. En el camino, Málaga como referente del sector tecnológico. El análisis de Quintero es el siguiente: "Si Málaga se ha convertido en un polo de referencia en ciberseguridad, no ha sido por casualidad. Ha sido porque universidad e industria han trabajado juntas, creando un círculo virtuoso donde la inversión genera talento y el talento atrae inversión".
"Mente privilegiada"
El rector, por su parte, se ha mostrado muy orgulloso en su discurso por el ingreso de Quintero en el Claustro de la Universidad de Málaga. "Su figura personifica una de esas excepcionales mentes privilegiadas que surgen en cada generación, capaces de transformar ideas en realidades y convertir esas realidades en auténtico progreso".
Ha alabado el rector la decisión de Bernardo Quintero de quedarse en Málaga, "cuando lo fácil habría sido salir. Su apuesta siempre fue firme: demostrar que aquí había talento local y suficiente potencial para alojar a la mayor multinacional del mundo". "Su nombramiento como doctor honoris causa por la UMA trasciende el reconocimiento a la excelencia, ya que es además la confirmación de una historia de compromiso inquebrantable con su tierra malagueña".
La "culpa" que Bernardo Quintero tiene en la proyección de Málaga como polo de referencia tecnológica también ha sido puesta en valor por su padrino en la ceremonia, Javier López, quien ha resaltado su carácter autodidacta. "Empezó a programar con 10 años, cuando era una quimera encontrar algún profesor en la materia. En ese año, 1973, arrancaba en la UMA la diplomatura en Informática, pionera en Andalucía, y con 14 años desarrolló su primera vacuna para un virus informático; a los 17, desplegó un paquete antivirus que logró detectar y limpiar más de media docena de diferentes virus. Y tras finalizar Ingeniería Técnica en Informática de Sistemas, empezó a trabajar como administrador informático en el distrito sanitario de la Axarquía".
Ahí ya empezó a ser un referente nacional en la materia por sus publicaciones en 'PC Actual' y 'Una-Al-Día'. Llegó Hispasec y Virus Total, una empresa con múltiples méritos, uno de ellos el descubrimiento de un ataque coordinado desde China contra la seguridad de Estados Unidos. Este hallazgo le consolidó a nivel mundial, llegando a tener a las Fuerzas Armadas norteamericanas como usuarios de la herramienta de Virus Total. Unas cosas y otras o llevaron a crear el Grupo de Amenazas de Google. Y tras ello, la etapa actual, con el ya mencionado 'Caso Google Málaga', con el gigante tecnológico instalado en la sede del Paseo de la Farola.
En palabras de Javier López, todos estos méritos, hacen de Bernardo Quintero digno meritorio del "supremo grado de doctor honoris causa".
Su investidura ha tenido lugar en el Paraninfo Universitario, en una ceremonia a la que ha acudido un nutrido grupo de representantes académicos y empresariales e institucionales, con el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, a la cabeza, así como el director general de Málaga Tech Park, Felipe Romera, que también es doctor honoris causa por la Universidad de Málaga.