El concejal del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Marbella, Adrián Jiménez, ha exigido hoy a la alcaldesa, Ángeles Muñoz, una "solución inmediata" al conflicto generado en torno a los huertos urbanos de Huerta del Prado, que ha provocado una "escalada de acusaciones" entre hortelanos y la Fundación Arboretum ante la "inacción" del equipo de gobierno.
El edil ha reclamado que se determine si el Ayuntamiento "va a asumir directamente la gestión" o se la va a ceder a los usuarios, sin perjuicio de que se pueda elaborar una reglamentación que ponga orden en esta actividad.
Ha criticado que la alcaldesa "conocía desde hace un año" la intención de Arboretum de abandonar el proyecto, por lo que "ha tenido tiempo suficiente" para buscar una solución, algo que no ha hecho y ha permitido que "estallara un conflicto" que solo es una muestra más de "su nefasta gestión en todas las áreas".
La "falta de respuesta" por parte de la regidora sobre la continuidad de los huertos urbanos en las parcelas del Trapiche Norte, donde "deben seguir", ha colocado a los usuarios en una situación de precario tras el abandono de Arboretum.
"Lejos de mediar y evitar esta controversia, la señora Muñoz está avivando el conflicto con su inacción", ha señalado Jiménez, un modo de actuar que "solo busca provocar que los hortelanos terminen desalojando la finca" para darle otros usos que "como es habitual serán ajenos al interés general".
El edil ha recordado que estos huertos tienen una función ecosocial, forman parte de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y contribuyen al consumo de proximidad y autoconsumo, la integración social, el fomento de hábitos saludables, la recuperación y regeneración de áreas medioambientales degradadas, la incorporación de nuevas tecnologías en sustitución de métodos de cultivo tradicionales, entre otros aspectos.
De igual modo, exige que el equipo de gobierno explique con "absoluta transparencia" qué va a pasar con las diferentes fases del proyecto originario, a las que se comprometió el cesionario de las parcelas y en la que se subrogó la también fundación Arboretum, ya que se contemplaban una "serie de obligaciones de inversión con fines públicos" por su parte como contraprestación a la cesión gratuita de los terrenos municipales, y que "aclare si han aceptado la renuncia de la fundación y/o bajo qué condiciones".