El Hospital Universitario Costa del Sol se ha convertido en el primero de la provincia y segundo a nivel andaluz en ser acreditado como centro comprometido con los pacientes afectados por disfagia orofaríngea por la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).
La disfagia orofaríngea es la dificultad para tragar y mover los alimentos o líquidos desde la boca hasta el estómago. Se trata de una patología que afecta a más del 30% de las personas ingresadas en un centro hospitalario, llegando hasta al 60% de pacientes en la UCI y al 80% de aquellos ingresados en unidades de Ictus.
El sello de la SEORL-CCC de 'Hospitales comprometidos con la disfagia orofaríngea' acredita a todos aquellos centros que dispongan de un sistema de diagnóstico de esta patología y de adaptación de la dieta para los pacientes ingresados en los hospitales con dicha afección. El objetivo de esta acreditación es mejorar el nivel de cuidados de los pacientes afectados de disfagia por enfermedades otorrinolaringológicas, neurodegenerativas, enfermos con ictus, secuelas secundarias a tratamiento oncológicos, como la radioterapia en tumores de cabeza y cuello, entre otros, asegurando un marco de calidad asistencial de excelencia.
En este sentido, esta certificación ha reconocido la apuesta de este hospital por abordar la disfagia de manera multidisciplinar y por contar con una unidad y equipo multidisciplinar en la que participa el servicio de Otorrinolaringología (ORL), el de Rehabilitación y la unidad de Endocrinología y Nutrición e incluye, además, la asistencia en logopedia, UCI, así como de la Enfermería y la cocina hospitalaria, además del resto de servicios responsables de estos pacientes. La actuación de cada uno de ellos es clave para conseguir alimentar de forma segura y eficaz al paciente, mejorando su calidad de vida y evitando que sufra serias complicaciones.
Funcionamiento de la unidad de disfagia en el HUCS
El HUCS cuenta desde hace unos años con una Consulta específica de disfagia puesta en macha por los servicios de Rehabilitación y ORL donde se empezaron a atender también a pacientes con disfagia derivados de otras especialidades (pacientes con Ictus, ELA, secundaria a tratamiento oncológicos y tumores, demencias, etc). Posteriormente, se ha ido incorporando la asistencia a los pacientes con disfagia ingresados en planta. Para los hospitalizados, la unidad de disfagia del HUCS ha protocolizado el test para la valoración del grado de disfagia de los pacientes ingresados, mediante el Método de Exploración Clínica de Volumen y Viscosidad (MECV-V), realizado por la unidad de Nutrición con la enfermería experta en esta área. A partir de sus resultados, se adecúan las dietas específicas para estos pacientes con disfagia. Además, también valorn su estado nutricional, así como se da información y recomendaciones tanto para el paciente como para familiares.
La asistencia a pacientes ingresados con disfagia se realiza mediante interconsultas a la unidad de Nutrición del servicio correspondiente a cargo de la persona hospitalizada que presenta esta patología o sospecha de la misma. La enfermera de Nutrición lleva a cabo el test MECV-V y, si se sospecha que existe una obstrucción o patología a nivel orofaringeo, el servicio de ORL valora la vía aérea superior mediante fibrolaringoscopia. Si no existe tal obstrucción se lleva a cabo la readaptación de la dieta en función de los resultados del propio test.
Si las medidas de modificación de la dieta, en función de los resultados del MECV-V, no son efectivas y el paciente continúa con signos de aspiración o empeoramiento de su estado nutricional, el médico responsable del paciente contacta de nuevo con el equipo multidisciplinar a través de Interconsulta para la realización de la videoendoscopia de la deglución.
A veces, participa también el logopeda en caso de ser necesario la valoración y recomendación de medidas higiénicas que favorezcan la deglución, así como con la unidad de Rehabilitación. Al alta de estos pacientes, se pueden derivar a la consulta de disfagia para su seguimiento.
Entre las actuaciones impulsadas y llevadas a cabo por esta unidad destaca el diseño de nuevas dietas específicamente elaboradas por el personal de cocina. También se han desarrollado formaciones específicas para los profesionales, principalmente, para los de UCI, denominado 'Curso de manejo de disfagia en la UCI'. Asimismo, durante la 'I Reunión Multidisciplinar de Tumores de Cabeza y Cuello' celebrada y organizada por el Servicio de Otorrinolaringología el pasado año también se ofreció a los profesionales una formación específica sobre disfagia, así como estudios realizados por la Unidad de Nutrición y presentados en congresos este mismo año.
La unidad y el equipo multidisciplinar pretenden continuar realizando formaciones tanto para los profesionales del hospital como para pacientes y familiares dentro del marco de la seguridad del paciente y la asistencia de calidad, en la que tan comprometida esta nuestro hospital.
Sobre la disfagia orofaríngea
La disfagia orofaríngea puede deberse a que el bolo no se transporta de una manera eficaz y por lo tanto la persona no se nutre correctamente o bien el bolo puede ser aspirado a la vía respiratoria y puede producir complicaciones graves como las neumonías aspirativas. El 90% de las personas que sufren este trastorno de la deglución no están diagnosticados, por lo que no reciben tratamiento o alimentación adecuada y sufren riesgo de atragantamiento y malnutrición.
Afecta a personas de cualquier edad, pero es más frecuente a partir de los 65 años. A partir de esa edad la sufren entre el 16 y el 30% de la población, lo que supone entre 1,5 y 2,8 millones de españoles que no ingieren los nutrientes necesarios para vivir. Casi un tercio de la población de la tercera edad padece disfagia orofaríngea, una patología en aumento debido al envejecimiento de la población ya que, entre otras cosas, se produce por una pérdida de masa muscular, y eso ocurre a partir de los 65 años.
Hay múltiples causas que provocan esta patología, como enfermedades y cirugías de cabeza y cuello; patologías neurológicas como el ictus, el Parkinson, la esclerosis múltiple o las demencias que pueden producir disfagia por una alteración de la coordinación. También la padecen personas con pérdida de masa muscular, debido a ingresos prolongados en la UCI. En este sentido, aquellas que tienen que estar más de cinco días sin alimentarse por boca pueden tener una disfagia orofaríngea, simplemente por la atrofia muscular, por el desuso y la debilidad que produce el reposo absoluto de todo este sistema de coordinación deglutoria.
En este sentido, es fundamental el diagnóstico y cribado de los pacientes con disfagia orofaringea tanto ingresados como aquellos derivados a la consulta de disfagia de nuestro hospital, para diagnosticar las causas y llevar a cabo una correcta adaptación de su dieta, evitando la malnutrición y las complicaciones.