La fosa séptica es un elemento fundamental para miles, millones, de hogares donde el alcantarillado y la red pública no llega. Y no solo hablamos de zonas rurales. No en vano, se trata de un sistema doméstico que permiten acumular los residuos sólidos y los desechos de agua para su posterior separación y tratamiento.
Eso sí, conviene recordar que no nos encontramos ante una "herramienta" tan compleja como una estación depuradora de aguas residuales. Quizás pro esto, y este texto pretende incidir sobre ello, en pocas ocasiones nos paramos a analizar cuáles son las pautas a seguir para un correcto funcionamiento y mantenimiento de nuestra fosa séptica. Una cuestión imprescindible para evitar malos olores y atascos. ¿Es tu caso? No te pierdas nuestros trucos y consejos.
Limpieza, inspección periódica y vaciado del tanque
Parece lógico. No obstante, la lógica en ocasiones pasa demasiado desapercibida. Y es que, pese al proceso de descomposición y depuración, resulta conveniente inspeccionar el estado de la fosa séptica al menos una vez al año. Cifra que se se debe acortar aún más en el caso de su vaciado y limpieza. Te en cuenta que, según los expertos, el nivel de sólidos nunca debe superar el 30% de la capacidad total del depósito en cuestión.

Con independencia del resultado de las inspecciones periódicas anuales, nunca deberías dejar pasar más de 3 años, o alcanzar el 50% de su capacidad, entre vaciado y vaciado de la fosa séptica. Por otro lado, tampoco resulta recomendable extraer más del 80% del total. Extracción que, dicho sea de paso, suele realizarse con modelos concretos de bomba agua sumergible. Siendo la alternativa más rápida, efectiva y económica.
Consejos adicionales
- Mucho cuidado al abrir y cerrar la fosa séptica. Como os podéis imaginar, la fosa séptica es un espacio estanco donde se acumulan gases tóxicos y altamente inflamables como el metano, el sulfuro de hidrógeno o el amoníaco. Por lo que, sin querer asustaros, nunca está demás tomar todas las precauciones posibles. Lo mismo ocurre durante su cierre. Siendo imprescindible comprobar su correcto ajuste y estanqueidad.
- Usa el equipo de protección adecuado. Fruto de todo lo anterior resulta crucial, para nuestra salud, utilizar equipos de protección como guantes, mascarillas o botas impermeables antes de trabajar en el vaciado, limpieza o mantenimiento.
- Extracción de residuos. Durante el proceso de extracción de lodos conviene tener en cuenta que la bomba de aspiración nunca debe succionar, ni tocar, el fondo del depósito. Por otro lado, los expertos recomiendan echar agua tanto durante como tras el vaciado.
- Mantenimiento de filtros. En el caso de que tu fosa cuente con filtro, también toca limpiarlos periódicamente con agua a presión para evitar posibles atascos y asegurar su correcto funcionamiento.
- Añade limpiadores enzimáticos. Incorporar al depósito activadores bacterianos es crucial para ayudar a la descomposición de la materia orgánica y otra suerte de elementos como detergentes o grasas.
- Acude a especialistas si es necesario. Partiendo de nuestra propia seguridad os recomendamos, a modo de conclusión, acudir a profesionales siempre que no nos veamos capaces de solucionar cualquier tipo de problema. Lo primero es nuestra propia seguridad.