La Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco Ihobe ha presentado el avance de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para el año 2023 y las previsiones vuelven a arrojar datos positivos: Euskadi sigue reduciendo sus emisiones mientras aumenta su crecimiento económico. Se consolida de esta manera la tendencia a la baja en las emisiones de Euskadi, con una reducción del 33 % respecto al año 2005 y del 18% respecto a 1990.
El avance de emisiones del año 2023 demuestra, además, que el crecimiento económico no repercute en un impacto ambiental negativo: mientras las emisiones GEI siguen reduciéndose, el PIB ha tenido un incremento del 1,8%, según las estimaciones del Instituto Vasco de Estadística (Eustat).
Aunque los datos de 2023 serán actualizados el próximo inventario con los ajustes estadísticos correspondientes, la tendencia se alinea con los objetivos marcados por el Gobierno Vasco en cuanto a emisiones y, en concreto, con la Ley 1/2024 de Transición Energética y Cambio Climático, recientemente aprobada, que establece el objetivo de reducir las emisiones en un 45% para el año 2030, tomando como base el año 2005.
Descenso generalizado en todos los sectores
Aunque se produce un descenso generalizado en prácticamente todos los sectores, el sector que más ha disminuido sus emisiones es el sector energético, donde se estima un descenso del 26% respecto al año anterior debido a la reducción de la producción de electricidad mediante ciclo combinado, volviendo a valores previos a la crisis energética del año 2022.
Cabe recordar que en 2022 la baja producción hidroeléctrica y el aumento de exportación de electricidad a Francia y a Portugal produjeron un aumento de la demanda de producción eléctrica mediante ciclo combinado.
Se esperan también bajadas en el sector industrial (3%), el transporte (1%), el residencial (18%), los servicios (5%) y los residuos (1%).
En cuanto a las emisiones de los sectores regulados, en 2023 disminuyeron un 21% respecto a 2022. Esta reducción sería consecuencia, en gran medida, de la bajada que también se ha producido en las instalaciones de generación de energía eléctrica (59% respecto a 2022), que representan un 18% del total de las emisiones EU ETS, es decir, correspondientes al régimen europeo de comercio de emisiones.