El Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) extenderá en los próximos días el cribado poblacional de cáncer de cuello de útero al área sanitaria I, que se corresponde con los 17 concejos del noroccidente. El programa se dirige a mujeres que practiquen o hayan mantenido relaciones sexuales de entre las 10.968 de 25 a 65 años que residen en la comarca.
La previsión es que la gerencia del área, con cabecera en el Hospital de Jarrio, envié las primeras cartas la próxima semana con el objetivo de comenzar las citas a partir del 21 de abril.
De esta forma, las mujeres de los concejos de Valdés, Navia, Coaña, Villayón, El Franco, Tapia de Casariego, Castropol, Vegadeo, San Tirso de Abres, Taramundi, Villanueva de Oscos, Santa Eulalia de Oscos, San Martín de Oscos, Grandas de Salime, Pesoz, Illano y Boal que en 2024 cumplen 25, 28, 31, 34, 35, 40, 45, 50, 55, 60 y 65 años recibirán en su casa una carta y un folleto informativo en el que se les explica la importancia de la prueba y se las anima a solicitar una cita en su centro de salud. En total, se invitará a unas 2.750 personas cada año, a medida que vayan alcanzando las diferentes edades previstas en el programa.
El noroccidente (I) es la cuarta área sanitaria en la que se pone en marcha este cribado, tras las de Gijón (V), Langreo (VIII) y Avilés (III). El Sespa trabaja para continuar su implantación en el resto de la red y que pueda estar en pleno funcionamiento en 2024.
Las pruebas, que permiten prevenir y detectar este tipo de cáncer en etapas tempranas, podrán realizarse en cualquiera de los centros de salud de Luarca/L.luarca, Navia, Tapia, Trevías y A Veiga.
Este cribado está indicado para las mujeres que practiquen o hayan mantenido relaciones sexuales y varía en función de la edad. A las mujeres de 25 a 34 años se les practica una citología cada tres años, mientras que a las de 35 a 65 se les realiza una determinación del virus del papiloma humano de alto riesgo (VPH-AR).
Desde agosto de 2022, cuando se inició el programa piloto, se ha invitado a participar a 21.130 usuarias, de las que 8.473 se han realizado la prueba; de ellas, 593 fueron positivas en VPH-AR y 313 en la citología. La edad media de las participantes es de 45 años.
La figura clave del cribado serán los profesionales de atención primaria de cada uno de los centros de salud, principalmente médicos y de familia y matronas, que se encargarán de tomar una muestra de células del cuello uterino de la paciente y remitirlo al Servicio de Anatomía Patológica y al Laboratorio de Microbiología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Por lo general, la prueba no es dolorosa. A las mujeres que acuden al programa se les ofrece además, información sobre la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano o la protección frente a prácticas de riesgo relacionadas con el cáncer de cérvix.
La matrona también es responsable de la derivación de aquellas mujeres que por algún problema de salud tengan un riesgo más alto de desarrollar cáncer de cérvix, para su control por el Servicio de Ginecología y de derivar a las que obtengan resultados positivos para ampliación de estudios.
El cáncer de cuello uterino es una enfermedad que se puede prevenir y curar mediante la detección precoz. La realización de las pruebas permite localizar las lesiones que preceden a la aparición de la patología, lo que facilita su control y tratamiento.
La prevención de esta patología se centra en evitar la infección por el virus del papiloma humano (VPH), para lo que se recomienda el uso del preservativo en las relaciones sexuales, así como la vacunación frente al VPH en los casos para los que está indicada. El diagnóstico temprano de las lesiones ayuda a la prevención y protección.