Los servicios de Radiodiagnóstico y Traumatología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) han incorporado una técnica innovadora que permite destruir lesiones tumorales complejas en músculos y huesos mediante el empleo de gas argón a temperaturas de hasta -120ºC. Este método que amplía la cartera de servicios del HUCA, conocido como crioablación guiada por imágenes radiológicas, consiste en la extirpación a través de frío intenso, es mínimamente invasivo, seguro y eficaz.
Los especialistas emplean una aguja de fino calibre (criosonda) que se sitúa a través de la piel en el espesor de la lesión para destruirla a través del frío extremo. Para alcanzar el lugar preciso y la posición adecuada de la aguja se utilizan sofisticados sistemas de imagen médica, como la tomografía computarizada, la ecografía o el angiógrafo. Una vez alcanzado el punto exacto de la lesión, se aplica el gas argón para provocar la destrucción de las células.
Este método aprovecha el efecto analgésico del frío, por lo que requiere menos fármacos y permite efectuar numerosos procedimientos bajo sedación y anestesia local, a diferencia de otras técnicas mínimamennte invasivas como la radiofrecuencia y las microondas, que se usan para la ablación de tumores hepáticos, pulmonares, óseos, renales y nódulos tiroideos.
El dolor post tratamiento también es menor, por lo que es posible reducir o incluso evitar el uso de analgésicos potentes para mitigarlo. Se calcula que, inicialmente, se podrán beneficiar de esta técnica de 6 a 10 pacientes al año.
Primera intervención
La primera intervención de crioablación guiada por imágenes radiológicas se realizó en Asturias el 19 de abril gracias a un equipo integrado por los especialistas de la sección de radiología músculo-esquelética Vicente Santamaría y Luis Martínez-Camblor y los de radiología vascular intervencionista Susana Sanmartino y Carlos Ariza, junto con personal de enfermería y técnicos superiores de imagen para el diagnóstico. El equipo sanitario del Hospital Policlínico La Fe de Valencia, centro de referencia nacional para estos procedimientos, ofreció su apoyo en la intervención.
La paciente era una mujer de 20 años que presentaba un tumor benigno, aunque localmente agresivo, en la articulación del hombro. El proceso se realizó sin complicaciones y la paciente evoluciona de modo favorable.
Otros usos
Además de en tumores óseos de estirpe benigna y en fase precoz, tumores de partes blandas o vasculares, la crioablación se puede utilizar también para tumores pulmonares, renales y de mama, así como en tratamientos paliativos como metástasis óseas dolorosas, entre otros.
Por su parte, la Sección de Radiología de Mama del HUCA viene realizando esta técnica desde hace más de un año con excelentes resultados. En aquellas lesiones benignas o tumores compatibles con este tratamiento, generalmente cuando están localizados o en fases precoces, la crioablación representa una opción terapéutica eficaz y segura que reduce el tiempo de recuperación y hospitalización frente a las técnicas convencionales.