La Junta General de Aturias ha acogido hoy el acto institucional con motivo del 20 aniversario del Consejo Consultivo del Principado de Asturias, que ha contado con las intervenciones de Juan Cofiño, presidente de la Junta General; Begoña Sesma, presidenta del Consejo Consultivo; Bernardo Fernández, vocal del Consejo General del Poder Judicial y expresidente del Consejo Consultivo de 2005 a 2018 y Benigno Pendás, consejero nato del Consejo de Estado desde 2022 y presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de Estado, que ha impartido la conferencia "Función Consultiva, Estado de Derecho y Buen Gobierno". La intervención del presidente del Principado, Adrián Barbón, ha clausurado el acto.
El presidente de la Junta, en su intervención, ha realizado un repaso histórico de la trascendencia del Consejo Consultivo, constituido tras la la aprobación de la Ley 1/2004, de 21 de octubre, de lo que considera "un órgano de relevancia estatutaria". Para Juan Cofiño, tras 20 años de funcionamiento, "ya podemos decir que estos altos órganos consultivos de las comunidades autónomas, el de Asturias entre ellos, no son, ni mucho menos, piezas de museo que luchan, a duras penas, por encontrar una posición equiparable a la del Consejo de Estado", sino que "son instituciones radicalmente comprometidas con el Estado de Derecho y la Razón".
Entre los méritos del Consejo Consultivo, Juan Cofiño ha destacando que sus dictámenes "contribuyen a la cotidiana y necesaria legitimación del ejercicio del poder público", además de elogiar que "es un deseable factor de moderación en el debate político, ilustrándolo con eso que podemos denominar "el momento jurídico" porque suplen nuestras posibles carencias (las de los parlamentarios) en materias jurídicas, contribuyendo, de esta manera, a facilitar los debates parlamentarios".
Tras reiterar "el encomiable trabajo que desarrollan los Consejos Consultivos Autonómicos", el presidente del Parlamento asturiano se ha preguntado "si el futuro de la función consultiva, en nuestro país, camina hacia una "recentralización" en el Consejo de Estado o hacia el mantenimiento de los Órganos Consultivos Autonómicos". Su respuesta es que "existen argumentos suficientes para sostener su proyección de futuro, e incluso intensificando su labor consultiva". Es más, considera " imposible que el Consejo de Estado pueda sustituir a los Órganos Consultivos Autonómicos en todas las funciones consultivas que éstos vienen desarrollando" y advierte de que una eventual supresión "supondría una merma de las garantías de legalidad, de la protección del interés general y de los derechos e intereses de los ciudadanos.
Finalmente, el presidente de la Junta concluye que "nuestro Consejo Consultivo tiene un largo recorrido como cooperador cualificado en la mejora de la labor del Gobierno y de la Administración Pública".
Bernardo Fernández, por su parte, ha explicado que la tardanza de 20 años, tras la aprobación del Estatuto de Autonomía, en constituir el Consejo Consultivo se debe "a que siempre se pensó que la organización institucional de la comunidad autónoma debería tener un despliegue gradual y que, a medida que se iban incorporando nuevas competencias, podría ir desplegándose una estructura orgánico- institucional compleja de la comunidad autónoma, con una función consultiva".
En su intervención, ha deseado "una larga vida al Consejo Consultivo porque trabaja con rigor, autoridad y discreción, con las pautas con las que debe trabajar toda administración consultiva, que habla por sus dictámenes y no a través de otras manifestaciones".
Begoña Sesma ha defendido el cometido del Consejo Consultivo, "proporcionando una opinión en derecho técnica, objetiva e independiente en forma de dictamen sobre decisiones administrativas de especial relevancia".
La actual presidenta del Consejo Consultivo ha remarcado que "no abrigo dudas sobre la necesidad de este órgano. Soy una profunda convencida de la importantísima garantía de interés general y de la legalidad objetiva que significa el ejercicio de la función consultiva".
Tras 20 años de historia y, dado que considera que "no existen amenazas reales ni próximas que puedan perjudicar la vida del Consejo Consultivo del Principado, Sesma ha señalado que, "sin perjuicio de los evidentes retoques que pueda precisar la ley que nos regula, sería oportuno reconsiderar las competencias del Consejo para informar los anteproyectos de ley en nuestra comunidad autónoma e incluso las proposiciones de ley". Asimismo se ha mostrado partidaria de que "el Consejo pueda participar activamente en otros organismos pendientes de implantación como el Consejo de Transparencia".
Pendás, que ha hablado de los fundamentos de la función consultiva, ha explicado que la relación de los consejos consultivos de las comunidades autónomas "es de coordinación y, en ningún caso, de subordinación al Consejo de Estado".
"Su función es garantista, contribuir al Estado de Derecho, a la gobernanza, a la calidad normativa, son garantía de objetividad y de independencia", una función "importantísima", según ha calificado el Tribunal Constitucional. Pendás ve crucial que los consejos consultivos "sean independientes de los órganos consultantes".
En opinión del conferenciante, "hay que mantener a ultranza los valores y principios del Estado de Derecho" y el Consejo de Estado y sus equivalentes "deben actuar como motor de esta tarea". Asimismo, ha recomendado que los Consejos Consultivos "deben ser exigentes en la aplicación de la transparencia".
Finalmente, el presidente del Principado se ha felicitado de que en la construcción de la autonomía asturiana haya predominado el que calificó como "el principio de utilidad". Y, en este contexto, se ha preguntado si el Consejo Consultivo está siendo útil. "La respuesta es afirmativa", sentenció.
Adrián Barbón se ha referido al Consejo Consultivo como "una institución útil, apreciada, que no genera ruido ni emite dióxido de crispación", lo que "en estos tiempos es un valor". En su opinión, "consenso, discreción, solidez jurídica e independencia", son los rasgos que definen la trayectoria del Consejo, al que ha deseado que "las próximas dos décadas sean tan sólidas y productivas como en estos primeros 20 años".