El campo de fútbol de Santa Lucía en Cartagena ya luce renovado gracias a la inversión de más de 475.000 euros desarrollada a través del Plan Césped, el proyecto de conversión de 12 campos de fútbol de diez emplazamientos a césped artificial para acabar con la tierra de las instalaciones municipales, y que ha supuesto una inversión de 3,5 millones de euros.
El de Santa Lucía es el sexto campo de fútbol del Plan Césped que ha inaugurado la alcaldesa, Noelia Arroyo, acompañada de la vicealcaldesa, Ana Belén Castejón, el teniente de alcalde, Manuel Padín, los concejales de Deportes y de Distrito, Álvaro Valdés e Irene Ruiz, y el presidente del Evangélico Club de Fútbol, Joaquín Cegarra Jerez.
Arroyo ha querido acercar a Santa Lucía "la buena noticia de la apertura que supone poner a disposición del barrio este gran campo" con nuevo césped, la iluminación, riego, drenaje y equipamiento deportivo "que lo convierten en el campo moderno que se merece vuestro club".
"Esto es para vosotros, para que hagáis deporte en mejores condiciones, para que disfrutéis de vuestra afición y vuestra pasión por el fútbol y que podáis seguir entrenando, compitiendo y, a ser posible, ganando partidos", ha resaltado la alcaldesa.
En total, 140 jugadores desde categoría chupeta a cadete harán uso de estas nuevas instalaciones, que utiliza el Evangélico Fútbol Club Cartagena, club fundado en 2015, y que entrena y compite ahí.
Arroyo ha vuelto a destacar los importantes valores que aporta el deporte, como el esfuerzo, el compañerismo, el trabajo en equipo y el respeto por los demás, y ha destacado que ese es el principal motivo de los 3,5 millones de euros que estamos invirtiendo en este Plan Césped, "que pretende conseguir entre todos ponérselo mucho más fácil y hacer más felices a 1.300 chavales que juegan al futbol en Cartagena, a sus entrenadores, a sus clubes y también a sus familias".
Por su parte el el presidente del Evangélico Club de Fútbol, Joaquín Cegarra Jerez, ha agradecido a la alcaldesa y al Equipo de Gobierno el haber atendido las necesidades de los chavales y los entrenadores, los auténticos protagonistas, que durante años han estado tragando polvo y tierra para al final tener estas instalaciones tan dignas.