Cada año, los días previos al 14 de febrero y durante esa misma jornada, las floristerías de España viven su agosto, pues son unas fechas en las que el amor inunda los corazones de miles de personas. Y la mejor forma de demostrar ese amor es a través de regalar flores.
Pocos días son tan intensos para este negocio en el año, solo Sant Jordi en Cataluña y los días previos a los Días de los Difuntos y todos los Santos le igualan en cuanto a facturación. Pero, volviendo al 14 de febrero, ¿por qué es esa fecha el Día de los Enamorados? ¿y qué tiene que ver San Valentín con el amor?
San Valentín, un mártir que luchaba por el amor
El Día de San Valentín, Día del Amor o de los enamorados asienta su origen en el siglo III d.C., en la Antigua Roma. En esa época, un sacerdote llamado Valentín se hizo famoso por celebrar matrimonios entre los jóvenes, cuando esa era una prohibición adoptada por Claudio III.
El emperador sostenía que los solteros sin familia eran mejores soldados, pues tenían menos ataduras sentimentales. El sacerdote, contrario a esta medida, comenzó a celebrar matrimonios en secreto a jóvenes enamorados.
Claudio III, tras enterarse, sentenció a muerte a Valentín el día 14 de febrero del año 270. Esa efeméride fue adoptada siglos más tarde por el papa Gelasio I como el Día de San Valentín, festividad católica desde el año 494. Tan importante fue este hito que la tumba del santo, a las afueras de Roma, fue lugar de peregrinaje durante la Edad Media.
Las otras leyendas sobre el amor y el 14 de febrero
Aunque el Valentín romano es la leyenda más extendida sobre el Día de los Enamorados, existen otras historias donde se narran sucesos sobre esta jornada. Una de ellas está vinculado con el poeta inglés del siglo XIV Geoffrey Chaucer. En su obra The Parlament of Foules (El Parlamento de las Aves), el autor escribe "Porque es el Día de San Valentín, cuando cada pájaro viene a escoger su pareja".
Dejando a un lado esta historia, el origen comercial de la fiesta se atribuye a la artista y empresaria estadounidense Esther A. Howland, que a mitad del siglo XIX, en torno a 1840, inició la venta de tarjetas regalos con motivos románticos y dibujos de enamorados. Howland utilizaba la librería de su padre en Massachussets para comercializar estos productos.
El paso de los años, de las décadas, fue reforzando este impulso consumista con la fiesta. Hoy en día nadie duda que San Valentín es una gran fecha para celebrar el amor, pero lo que hay detrás de ella es una jornada ideal para aumentar las ventas: flores, cenas románticas, escapadas en pareja o experiencias variadas, entre otras.
En el ámbito de la religión, la iglesia católica decidió en 1969 eliminar San Valentín del calendario católico, por las dudas que siguen existiendo sobre el origen pagano de esta historia. De Valentín pasamos a los santos Cirilio y Metodio.
Volviendo a la realidad, hoy en día San Valentín se celebra en decenas de países en todo el mundo, pero también hay escenarios en los que esta fiesta toma un cariz diferente. Así, en Perú, Finlandia o Estonia también se homenajea la amistad. En Alemania se regalan dibujos de cerditos, ya que es un animal que simboliza la suerte. Y en Japón son ellas las que regalan chocolate a los hombres, tanto a su enamorado como a sus compañeros y amigos de trabajo.