La inestabilidad laboral es una de las mayores preocupaciones de muchas personas hoy en día. Toda la revolución que está llevando a cabo la inteligencia artificial está acabando con muchos puestos de trabajo y, por lo tanto, encontrar un empleo estable y de calidad cada vez se ha vuelto más complicado.
Ante este tipo de problema hay una solución que se erige como alternativa, estudiar una oposición para convertirse en funcionario de carrera. Debido a que las circunstancias han cambiado todavía son muchos los que no saben los beneficios que se consiguen al ser funcionario de carrera. A pesar de que una oposición es un proceso duro que se debe superar, estos beneficios hacen que valga la pena intentarlo.
La estabilidad laboral, una de las ventajas más interesantes
Uno de los beneficios más interesantes de ser funcionario de carrera es la estabilidad laboral. Se acabó el tener que renovar un contrato o estar preocupado de si cierra o no la empresa. Un funcionario de carrera tiene su plaza fija lo que les garantiza un empleo a largo plazo sin que tengan que temer a un despido injustificado.
De esta estabilidad laboral derivan muchos más beneficios, por ejemplo, poder llevar a cabo planes de futuro con una mayor facilidad y también contar con una buena seguridad económica. Cuando el trabajo es fijo es mucho más fácil atreverse a comprar una casa, a casarse o a tener un hijo.
Contar con una estabilidad económica facilita los planes de futuro, por lo que es más fácil que una persona pueda llevar a cabo sus objetivos a largo plazo.
Los beneficios laborales y sociales también son importantes
Ser funcionario también implica contar con ciertos beneficios sociales. Uno de los más destacados es la sanidad, ya que los funcionarios cuentan con una asistencia sanitaria ampliada en donde pueden llegar a disfrutar de ciertos médicos privados con subvenciones.
Por otro lado, también hay que destacar que a los funcionarios se les respeta mucho sus derechos laborales. No existen problemas con las horas extras, la jubilación está garantizada y no existe un jefe que esté presionando o controlando de inmediato todos los movimientos del funcionario.
Esta tranquilidad en el trabajo también se traslada al hogar, ya que la conciliación familiar también es bastante más sencilla gracias al horario y, por supuesto, disfrutan de unas buenas vacaciones.
Movilidad geográfica y ascenso
Nada más aprobar la oposición podrás elegir una plaza de destino. Esto es mucho más complicado cuando hablamos de una empresa privada. Este destino se elige por nota, por lo que una posibilidad puede ser que no consigas la plaza en donde te interesa en un principio.
Esto no tiene que ser ningún problema, ya que existe la posibilidad de pedir un traslado y, con el tiempo, llevar a cabo el mismo trabajo en otra localización, por ejemplo, tu lugar natal de residencia. Esta movilidad facilita una vez más los planes de futuro al funcionario y le permite desarrollar su vida donde esté realmente interesado.
Como funcionario también podrás ascender y promocionar. Gracias a la promoción interna los funcionarios podrán seguir superando exámenes y ascender mediante concurso oposición a puestos mejor pagados y con una mayor categoría. Con la posibilidad de estos ascensos un funcionario no se siente estancado, ya que puede progresar en su carrera laboral y conseguir un puesto mejor con el tiempo.
Finalmente, destacar que existen muchas plazas diferentes a la hora de opositar. Por otro lado, tampoco son necesarios unos estudios en concreto, ya que hay puestos que precisan desde carreras universitarias hasta otros que requieren la titulación básica. Esto acerca mucho más el mundo del funcionariado a todo el que esté interesado.
Destacar también que, en el caso de que no hayas conseguido la plaza, puedes trabajar como interino hasta que más adelante consigas tu plaza en el concurso oposición. La interinidad es una forma interesante de trabajar y, por supuesto, de conseguir experiencia laboral que más adelante puede facilitar la obtención de un puesto fijo como funcionario de carrera.