La ropa de segunda mano ha ganado una popularidad significativa en los últimos años, transformándose de una opción económica a una elección de estilo consciente y sostenible. Este fenómeno no solo responde a la búsqueda de piezas únicas y asequibles, sino también a un creciente interés por la moda ética y la reducción del impacto ambiental. A medida que más personas optan por comprar prendas de segunda mano, surgen preguntas sobre sus beneficios y desafíos. Diversos profesionales del mundo de la moda han realizado un análisis más profundo de esta tendencia.
José Obando, Director de arte y Consultor de moda, ha detallado que "esta tendencia no es temporal, ha llegado para quedarse y está desafiando las normas de la moda contemporánea", ya que cada vez son más las personas que se suman y que no desprecian lo antiguo. Asimismo, Obando considera que es una forma de reutilizar las prendas y brindarle otro estilo, ya que según afirma el experto, "cada prenda vintage se ve única en cada persona".
Claudia Tejada, periodista experta en moda, ha explicado que, en el pasado, las modas se mantenían durante períodos prolongados, como la tendencia de los años 60, que duró una década. En cambio, hoy en día, cada mes o cada dos meses surgen nuevas tendencias, mientras que otras se vuelven rápidamente obsoletas. "Esta situación impulsa un aumento en el consumismo y, por lo tanto, en el gasto".
José Obando, director de arte y consultor de moda
Por ello, Tejada promueve el consumo de ropa de segunda mano, "aunque suponga una inversión algo superior" y afirma que a largo plazo ofrece una repercusión bastante positiva en términos de sostenibilidad. "Conservo ciertas prendas de segunda mano heredadas que tienen un valor sentimental increíble".
La herencia familiar a menudo juega un papel fundamental en la apreciación de la moda y el estilo. En este contexto, la declaración de Obando, resalta la importancia no solo de las prendas de vestir, sino también de las joyas y la decoración. Proveniente de una familia de joyeros, posee piezas emblemáticas, como relojes de los años 60, que destacan por su atemporalidad y valor histórico.
Sofía Trigueros, licenciada en derecho y consumidora de ropa de segunda mano, ha comentado que en otros países está mucho más popularizada esta tendencia. Asimismo, ha relatado que vivió en Estados Unidos durante varios años y observó que la compra de ropa de segunda mano está ampliamente aceptada. Además, mencionó que en la red social TikTok se han desarrollado términos específicos para describir esta práctica.
Con respecto a las aplicaciones para comprar artículos de lujo de segunda mano, Paula García, periodista especializada en marketing, ha comentado que permiten a muchos usuarios adquirir marcas reconocidas sin comprometer su presupuesto. Además, estas plataformas fomentan la sostenibilidad al promover la reutilización de productos de lujo, lo que contribuye a una moda más ética y consciente. Del mismo modo, Obando considera que estas aplicaciones que simplifican la búsqueda permiten valorar lo antiguo y llevarlo a su máxima expresión.
La ropa de segunda mano no solo representa una opción económica y única, sino que también se erige como un pilar fundamental en la promoción de un consumo más consciente y sostenible. A medida que la cultura de la moda evoluciona, cada vez más personas reconocen el valor de estas prendas, que cuentan historias y contribuyen a un estilo de vida más responsable. Al elegir la moda de segunda mano, no solo estamos renovando nuestro armario, sino también apoyando un movimiento que busca cuidar el planeta y fomentar la creatividad.