A pesar de que muchas personas piensan que las pantallas nos han alejado de los libros, lo cierto es que la gente cada día lee más. Esto se debe a que gracias a internet es posible encontrar con mucha más facilidad información, por lo que a lo largo del día se acaba leyendo bastante más.
Tener acceso a periódicos en internet como La Noción o buscar cualquier cosa en Google hace que prácticamente leamos una gran cantidad de contenido a diario. Por este motivo, tratar de agilizar la lectura es muy importante por todos los beneficios que eso conlleva.
¿Por qué deberías aprender a leer más rápido?
Hay una razón bastante importante por la cual es importante aprender a leer más rápido, el ahorro de tiempo. Si eres capaz de leer un libro en mitad de tiempo, con la misma inversión de tiempo podrías leer dos.
Si esto lo aplicas al día a día en internet o todo lo que tienes que leer en tu trabajo, estarás ganando una cantidad de tiempo muy valiosa. Esto te va a permitir liberar tiempo para otras actividades o ser mucho más productivo en tu trabajo o tiempo libre.
Aprender a leer más rápido también te va a servir para estimular la mente y ampliar conocimientos. Si lees más rápido tendrás menos problemas a la hora de enfrentarte a manuales, acceder a información o cualquier otra clase de ejemplo. Leer más rápido también te va a ayudar a mejorar la concentración con las ventajas que supone eso para el resto de las cosas.
Mitos sobre la lectura rápida
La lectura rápida tiene muchos mitos asociados que merece la pena destacar. Para empezar, se cree que la lectura rápida es solo para genios, para un selecto grupo de personas que son las únicas capaces de leer de esta forma. Esto es completamente falso, ya que con un poco de entrenamiento y aplicando las técnicas adecuadas podrás aprender a leer mucho más rápido sin problema.
Otro mito bastante extendido es que leer rápido sacrifica la comprensión. Por supuesto, otra mentira. La lectura rápida te va a permitir entender de igual forma o mucho mejor todo aquello que estés leyendo, sobre todo si tenemos en cuenta cómo mejora la concentración.
Finalmente, la lectura rápida no solo está pensada para estudiantes. Recuerda que todas las personas leen más o menos información a diario por lo que la lectura rápida tiene un gran valor en todas ellas.
Técnicas para aprender a leer más rápido
Ahora que hemos desmentido algunos mitos y sabes mejor de la importancia que tiene aprender a leer más rápido, llega el momento de explicar algunas técnicas que puedes poner en práctica para agilizar tu lectura.
Acaba con la subvocalización
La subvocalización es cuando leemos mentalmente cada palabra que vemos. Esto es un hábito bastante habitual entre muchas personas, pero ralentiza mucho la lectura debido a que nos obliga a procesar cada palabra de forma individual.
Practica la lectura silenciosa, es decir, un tipo de lectura en el que no leas nada mentalmente en tu cabeza. Si te resulta complicado puedes tararear de forma suave a la hora de leer, esto te ayudará a interrumpir la subvocalización.
Lee por bloques de palabras
Leer por bloques de palabras requiere práctica, pero se consigue con el tiempo. Esta técnica consiste en, como su propio nombre indica, leer en grupos de palabras en lugar de por palabras individuales.
Trata de ampliar el campo visual
Si amplias el campo visual amplias la cantidad de palabras que puedes abarcar con la mirada. Si amplias tu campo visual podrás leer muchas más palabras en cada fijación, lo que te permitirá ahorrar mucho tiempo.
Para ampliar el campo visual puedes practicar fijando la mirada en un punto central para luego leer las palabras de alrededor sin mover los ojos. Con algo de tiempo y paciencia lograrás ampliarlo.
Practica siempre que puedas
Finalmente, practica siempre que puedas. Cuanto más leas más fácil te resultará leer más rápido y, además, mejorarás también tu comprensión lectora.
Leer solo cuenta con beneficios y se puede practicar de muchas formas, desde subtitulando las películas o series que te gustan hasta leer más libros de temáticas que te gusten o buscar más información en internet. La práctica hace al maestro, lee un poco cada día y verás cómo mejoras tu lectura.