Este 10 de octubre se ha celebrado el día mundial de la salud mental. Esta iniciativa tiene como propósito concienciar a la gente de lo importante que es tener una buena salud mental y visibilizar a todas aquellas personas que requieren de cuidados.
Como otros muchos problemas, los problemas de salud mental pueden pasar desapercibidos para todos aquellos que no lo sufren. Más allá de esto, uno se puede imaginar lo complicado que se puede hacer vivir al despertar cada mañana con una sensación de vacío o sentir un miedo paralizante ante situaciones cotidianas que resultan normales para cualquier otra persona.
Debemos entender una buena salud mental como un estado de bienestar que permite a las personas hacer frente a las tensiones de la vida y también desarrollar sus capacidades con total normalidad. De la misma forma que, últimamente, tanta atención se está prestando al cuerpo, también es importante cuidar la salud mental para poder disfrutar de una vida plena y saludable.
¿Cómo cuidar la salud mental?
Algunos problemas mentales, por desgracia, escapan a toda prevención posible. Sin embargo, otros de los más habituales, por ejemplo, la depresión, se pueden combatir o mitigar mediante cierto tipo de actividades. Tratar de incluir estos hábitos o actividades en el día a día de la persona es el primer paso para empezar a cuidar la salud mental.
Una de las claves para empezar a cuidar la salud mental es sentirse bien con uno mismo. Empezar a sentirse mejor con uno mismo es tan fácil como empezar a cuidarse más. Antes hemos hablado de que cada vez son más las personas que cuidan su cuerpo y, efectivamente, esta es una forma estupenda de cuidar la salud mental.
Hay que llevar a cabo hábitos saludables, por ejemplo, contar con una alimentación equilibrada y hacer ejercicio de forma regular. Todo esto se debe complementar con un descanso reparador, por lo que es una buena idea dormir las horas suficientes que ayuden al cerebro a recuperarse y, por supuesto, hacerlo en un buen colchón.
Más allá de los cuidados físicos en la salud mental
No todo son los cuidados físicos para trabajar la salud mental, ya que también se debe gestionar muy bien el aspecto emocional. Lo primero y más recomendable en estos casos es que empieces a disfrutar de tiempo para ti. Dedica tiempo a las actividades que te gusten, cultiva aficiones sanas y procura hacer todas aquellas cosas que te relajan o te hacen sentir bien.
Mantener una buena conexión social es importante y por eso se deben cuidar mucho las relaciones. Procura rodearte de gente que te aprecia, por ejemplo, pasando tiempo con la familia. Llegados a este punto es muy importante elegir bien las relaciones. Aléjate de todas aquellas personas problemáticas, interesadas o que no tengan buenos hábitos.
Rodearse de la gente adecuada es fundamental si se quiere lograr una buena salud mental ya que, de hacerlo de forma equivocada, los efectos pueden ser los contrarios. En la medida de lo posible es importante desconectar de la tecnología. Procura no estar todo el día enganchado a una pantalla. Puedes dedicar unos minutos al día a mirar las noticias o ver algún vídeo por internet, pero es muy bueno buscar actividades que te alejen en cierta medida de la vida digital.
Finalmente, hay que aprender a establecer límites. A muchas personas les cuesta decir que no y acaban accediendo a hacer diferentes cosas a pesar de que eso suponga un perjuicio para ellas. Aprende a establecer límites saludables para evitar la sobrecarga emocional y trata de hacer siempre lo que mejor sea para ti.
No podemos terminar con todas estas cuestiones sin añadir lo importante que resulta llevar a cabo actividades que te permitan gestionar el estrés. Practicar técnicas de relajación profunda o algunas actividades como pueden ser el yoga o la meditación te ayudarán a liberar tensión y a sentirte mucho más relajado en tu día a día. Procura incorporar la mayoría de estos hábitos a tu rutina y estarás cuidando tu salud mental de la forma adecuada.