La organización agraria Asaja-Sevilla y la Federación de Arroceros de Sevilla han celebrado este jueves en Isla Mayor (Sevilla) la XIX edición del Día del Arroz, con la colaboración de la Fundación Caja Rural del Sur, en la que ha quedado de manifiesto la preocupación de los arroceros de la provincia por la Política Agraria Común (PAC) y la situación de los embalses de la cuenca del Guadalquivir, al 26% de su capacidad, por lo que el sector "ve seriamente comprometida" la próxima campaña de riego.
En relación al Plan Estratégico Nacional para la nueva PAC que el Ministerio de Agricultura presenta en Bruselas el 31 de diciembre y que entrará en vigor entre 2023 y 2027, penaliza "severamente" a los arroceros, que "sufren pérdidas por la reducción del número de regiones en el nuevo sistema de ayuda a la renta y sufren una pérdida aún mayor con la desaparición del Pago Verde y su sustitución por los nuevos ecoesquemas", ha advertido Asaja en una nota de prensa.
Así lo ha explicado en su intervención el coordinador de los Servicios Técnicos de la organización agraria en Sevilla, Antonio Caro, tras el acto de inauguración del encuentro, que ha contado con el alcalde-presidente del Ayuntamiento de Isla Mayor, Juan Molero; la delegada territorial de Agricultura, Ganadería y Pesca de Sevilla, María Isabel Solís; el presidente de la Federación de Arroceros de Sevilla, Mauricio Soler, y el presidente de Asaja-Sevilla, Ricardo Serra.
Cano ha denunciado en su intervención "el agravio que pueden sufrir los arroceros en la nueva PAC", ya que este cultivo, según el Plan Estratégico que el Gobierno ha expuesto para su revisión pública, podría perder hasta el 80% de la ayuda verde que concede Bruselas.
Asaja-Sevilla y la Federación de Arroceros de Sevilla han celebrado la XIX edición del Día del Arroz en Isla Mayor, en Sevilla
Desde Asaja-Sevilla se ha instado al Ministerio de Agricultura a remunerar esta práctica con el mismo importe que el resto de cultivos de regadío, tal como se recogía en las anteriores versiones del Plan Estratégico nacional", una petición que ha respaldado la asesora de programas e informes de la Secretaría General de Agricultura, Ganadería y Alimentación, María Pilar Garrido, quien ha mostrado su sorpresa por el tratamiento que desde el Ministerio se le está dando al cultivo, al tiempo que ha indicado que "el arroz es un cultivo de regadío y, como mínimo, debe recibir el mismo importe que el resto de los cultivos".
Garrido ha puesto sobre la mesa las "carencias" de la actual ayuda agroambiental para el arroz y ha expuesto las líneas que plantea la Consejería para la nueva, con la que se persigue "reducir el tiempo de inundación y la superficie total inundada para crear un sistema de mosaicos que favorezca la proliferación de todo tipo de aves".
Por último, la catedrática de la Universidad de Sevilla Lourdes López ha presentado el "Estudio del impacto económico y social del cultivo del arroz en las marismas del Guadalquivir como dinamizador de la economía andaluza".
El arrozal sevillano, con 36.500 hectáreas de cultivo, es el más importante de España, ya que supone el 33% de la superficie del país y se sitúa en primera posición tanto en superficie como en producción, siendo particularmente reseñable el caso de la variedad índica, donde el arrozal de las Marismas del Guadalquivir aporta casi la mitad de la producción española y más del 15% de la europea.
En términos laborales, el cultivo genera más de 5.000 puestos de trabajo directos, lo que supone 100 millones de euros pagados en salarios. A estas cifras hay que añadir unas ventas de más de 680 millones de euros y una contribución de 38 millones a las arcas públicas, configurándose como "un verdadero motor de crecimiento en su entorno".