El proyecto del Ayuntamiento de Sevilla en coordinación con Emasesa en la EDAR El Copero para valorizar la naranja amarga recogida del viario público como materia prima para la producción de biogás y la generación eléctrica y calorífica abre la puerta a su utilización en múltiples ámbitos, según ha destacado este jueves el edil de Transición Ecológica y Deportes, David Guevara, quien ha supervisado esta actividad de I+D+i que se desarrolla en esa instalación de la empresa metropolitana de aguas.
Con este proyecto, la energía obtenida a partir de la naranja suministrada por Parques y Jardines se está reutilizando en el funcionamiento de la propia depuradora, elevando así los niveles de autosuficiencia energética, reduciendo las emisiones y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. La valorización de las naranjas procedentes del viario público supone un ejemplo de economía circular y una apuesta por la mitigación del cambio climático del proceso de abastecimiento y saneamiento de aguas, según ha remarcado Guevara.
Valorización energética de la naranja amarga en la EDAR de El Copero
En primer lugar, a las naranjas se les extrae el zumo para la generación de energía eléctrica a través de biogás, mientras que las cáscaras y la parte que no se puede aprovechar se lleva a una máquina de compostaje para su transformación en abono que es reutilizado en los campos de la provincia, cerrando de esta forma el ciclo del carbono, devolviendo éste al suelo. "Este modelo de gestión es un ejemplo de sostenibilidad en el ámbito del ciclo del agua", ha dicho David Guevara.
De la naranja, aproximadamente el 50 por ciento es el zumo y el otro 50% es la cáscara. Cada 1.000 kilos de naranja producen 50kWh de energía eléctrica: el consumo de 5 viviendas en un día. Si se destinaran todas las naranjas amargas recogidas en el viario, equivaldría a una generación eléctrica para 20.000 hogares.
La codigestión
El proceso de codigestión es una "digestión anaerobia conjunta de dos o más sustratos (residuos) de diferente origen" con el lodo producido en la EDAR resultante del proceso de depuración. Supone una solución para residuos de alta carga orgánica que, a la vez, origina una mejora en la producción de biogás de las EDAR, un menor consumo energético y el incremento en el empleo de energías renovables.
Los fangos procedentes de los procesos biológicos y de sedimentación primaria en las plantas de depuración contienen una elevada carga orgánica que debe reducirse antes de su disposición final. El método empleado para ello, entre otros, es la digestión anaerobia.
Este proceso se basa en el tratamiento biológico de la materia orgánica mediante la acción de comunidades de bacterias, en ausencia de oxígeno. Durante este proceso, las bacterias degradan la materia orgánica mediante procesos metabólicos, produciéndose metano y dióxido de carbono (biogás) como residuos metabólicos principales. Tras este proceso, el fango se encuentra estabilizado y su volumen reducido y además, se eliminan parte de los patógenos.