En un estudio recientemente publicado en la revista New Phytologist, el grupo de investigación de 'Biotecnología de levaduras y hongos' ha descubierto una nueva familia de proteínas conservadas exclusivamente en hongos, con un importante papel en el proceso infectivo. El hallazgo de este equipo científico, que desarrolla su trabajo en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (centro mixto de la Universidad Pablo de Olavide, CSIC y Junta de Andalucía) permite el diseño de nuevos antifúngicos más específicos y beneficiosos para el medio ambiente.
La investigación describe cómo una de estas proteínas, Row1, juega un papel fundamental en el proceso de penetración del hongo patógeno de maíz Ustilago maydis al interior de la planta. "Esta proteína ayuda a la secreción de otras proteínas esenciales para la interacción con la planta y la penetración, probablemente mediante un mecanismo de secreción a través de vesículas extracelulares, un campo de reciente estudio en la patogénesis fúngica", explica el profesor del Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica de la UPO Ramón Ramos Barrales.
La relevancia del hallazgo reside en el papel fundamental que desempeñan estas proteínas en el proceso de infección, proteínas que están presentes en la mayoría de hongos patógenos de plantas y muchos patógenos de animales y humanos. Al ser proteínas que se encuentran exclusivamente en hongos, se convierten en excelentes dianas para poder desarrollar nuevos antifúngicos que bloqueen a estas proteínas y con ello eviten la infección, sin afectar al resto de organismos.
Además, tras esta investigación se abre una nueva vía de estudio del papel de las vesículas extracelulares en la secreción de factores de virulencia en hongos fitopatógenos.
El trabajo ha sido desarrollado en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo y en él han participado María Dolores Pejenaute-Ochoa (recién doctorada por la UPO), la colaboradora Laura Tomás-Gallardo (responsable del Servicio de Proteómica y Bioquímica del CABD), y los profesores del Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica de la UPO José I. Ibeas, y Ramón R. Barrales.