El sorteo de la ONCE del segundo día de septiembre ha dejado una parte de su fortuna en la capital andaluza, en la entrada de la calle Asunción desde la plaza de Cuba, donde José María Fernández vendió ayer cinco cupones premiados con 35.000 euros cada uno que le han sabido a gloria.
Después de 35 años al frente de un estudio de arquitectura en la calle Asunción, Fernández se afilió a la ONCE en 2014 por la pérdida de su campo visual tras un infarto macular. El cambio radical en su vida que supuso pasar de arquitecto a vendedor de la ONCE, hace ahora 8 años, le ha supuesto todo un reto y un ejemplo para sus hijos, dice orgulloso. "La Córdoba ha sido una segunda oportunidad para mí, me siento muy orgulloso de trabajar aquí, para mí ha sido una superación y un ejemplo para mis hijos", afirma.
"Es como una meta"
A cada cliente que se asoma a su quiosco esta mañana le cuenta con una sonrisa que acaba de repartir 175.000 euros con el cupón de ayer, a ver si localiza así a los cinco afortunados. "Me hubiera encantado dar más, pero aun así me produce una gran satisfacción, es como una meta, como cuando uno acaba la carrera", explica. A su juicio, la clave para ser un buen vendedor de la ONCE es vender con la misma pasión y el mismo interés -explica- un Rasca de 50 céntimos a una trabajadora de la limpieza que un producto de 10 euros a una señora de Los Remedios, el barrio de su vida, donde nació. "Aquí hay mucha gente que viene a comprar su cupón para ser escuchada, hay mucha soledad en Los Remedios, mucha gente mayor", reconoce.
El sorteo de la ONCE del 2 de septiembre, que estaba dedicado a los Juegos Paralímpicos de París, ha repartido el resto de sus premios entre Baleares, Canarias, Castilla León, Comunidad de Madrid, Melilla y la Comunidad Valenciana.