La ceremonia que se celebrará el sábado 21 de septiembre en la Catedral de Sevilla se sale de los esquemas habituales en los últimos años. Cuando se habla de "desierto vocacional", en medio de un ambiente considerado poco propicio para que surjan vocaciones al sacerdocio, resulta sorprendente a los ojos del mundo que once jóvenes den el paso y ultimen estos días las últimas jornadas previas a su ordenación como diáconos. Y, sin embargo, para los futuros diáconos, sus compañeros de seminario, formadores, familiares y amigos, el momento que se vivirá en el altar del Jubileo de la seo hispalense a partir de las once de la mañana es la culminación de una etapa de discernimiento vocacional que no sorprende a nadie. Como afirmas el rector del Seminario Metropolitano, Andrés Ybarra, "Dios sigue llamando".
Hace cinco años, Alberto Campos, Ángel López, Javier Llorente, Lukasz Pysz, Sujith Vidhyadharan, Teodomiro Ortega, Manuel Carrasco y Pedro Duolu ingresaron como seminaristas en el centro en el que se forman los futuros sacerdotes. Además, Manuel Camacho, Cristian Robles y Andrés Urtasun hicieron lo propio en el Seminario Redemptoris Mater el centro en el que se preparan los futuros presbíteros pertenecientes al Camino Neocatecumenal. Un lustro después, recibirán el orden del diaconado de manos del arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, en el curso de una ceremonia cargada de solemnidad y simbolismo. Se trata, sin duda, de una de las citas más esperadas en la agenda diocesana, junto a la que se vivirá el próximo mes de junio, en la que estos mismos diáconos serán ordenados sacerdotes.
Primeros destinos pastorales
El próximo lunes, los nuevos diáconos recibirán sus primeros nombramientos de manos del arzobispo, con la parroquia a la que serán destinados y en la que desarrollarán sus tareas pastorales hasta que sean ordenados sacerdotes.
Durante este curso, aún como seminaristas, han colaborado en parroquias y otras iniciativas eclesiales. Las semanas previas a la ordenación han sido de oración y preparación para la nueva etapa que se abre con la ordenación del próximo sábado.
¿Qué es un diácono?
Hay tres grupos, u órdenes, de ministros ordenados en la Iglesia: obispos, presbíteros y diáconos. Todos los sacerdotes y obispos son también diáconos, ya que el diaconado es la primera de las tres etapas de las órdenes. Mediante la ordenación de diácono se obtiene la incorporación al estado clerical y la incardinación a una diócesis o prelatura personal.
El diácono es ordenado por el obispo y desde ese momento puede bautizar, predicar durante la misa y oficiar una boda católica.
En cambio, no pueden consagrar la Eucaristía ni escuchar confesiones. Tampoco pueden administrar los sacramentos de la Confirmación o Unción de los Enfermos antes de ser ordenados sacerdotes.
En resumen, los diáconos sirven, ayudando al pastor, en la predicación de la Palabra de Dios, la distribución de la comunión y obras de la caridad.
Vestidura del diácono
Por un lado, dalmática, vestido litúrgico en forma de túnica hasta las rodillas, con mangas amplias, que usan los diáconos sobre el alba y la estola. Además, estola cruzada, de hombro izquierdo hacia el derecho, en forma descendente.
Diáconos permanentes y de transición
Los diáconos que posteriormente van a ser ordenados sacerdotes (como en el caso de los once futuros diáconos de Sevilla) son conocidos como diáconos de transición. Se prometen celibato. En cambio, los diáconos permanentes (que normalmente no proceden a la ordenación sacerdotal) pueden estar casados en el momento de su ordenación, pero no pueden volver a casarse si su cónyuge fallece. La Archidiócesis de Sevilla es una de las que más diáconos permanentes tiene en España.